Fue Julián Estévez (1855-1928) hombre muy recto que, como señala uno de sus nietos, "incluso cuando caminaba por la calle imponía respeto. Y no le gustaba nada que los vecinos profirieran palabras malsonantes". Conocido como O cubano, por haber emigrado en su juventud a esa isla caribeña, regresó consumada la independencia en 1898, y en el número 62 de Sanjurjo Badía adquirió una propiedad que daba al Camiño de Coutadas e incluía una finca con eucaliptos, donde abrió una tienda de comestibles y productos agrícolas, lo que le permitió disfrutar de una posición económica holgada.

Casado con Dolores Ifigenia Mignot, natural de Matanzas, que falleció a los 58 años de parto, tuvo ocho hijos, cinco hombres y tres mujeres. La mayor de ellas, Dolores, conocida por Electra, abrió la primera panadería de Teis, situada en las inmediaciones de los Jesuitas y de la menor, Elena, se cuenta que cada primero de mayo salía con una bandera republicana hasta el Paseo de Alfonso XII y que en una ocasión hizo abrir las puertas de una fábrica de conservas situada en Sanjurjo Badía para que salieran a la calle las obreras, obligadas a trabajar ese día.

De ideas "abiertas y progresistas", fue miembro destacado del "Directorio Antiforal de Teis" y responsable del periódico El Campesino.

Regidor y Bando

En 1910 propuso al Ayuntamiento de Lavadores que "uniéndose a todos los municipios de Galicia, pidiera al Gobierno la promulgación de una ley que redimiera forzosamente los foros". Consiguió además que las sociedades agrarias intervinieran en la elaboración del reparto de consumos.

Entre 1914 y 1915 fue alcalde de Lavadores, convirtiéndose en el primer alcalde agrarista de Galicia "adquiriendo con él ese movimiento cada vez más importancia, no solo por su política de claridad y honradez, sino por las ayudas que recibían las sociedades agrarias".

Al día siguiente de haberse posesionado del cargo, publicó un bando "para desterrar la perniciosa costumbre adquirida desde hace algún tiempo por personas de poca educación y gente maleante, de proferir habitualmente frases y expresiones que tanto desdicen de la cultura de un pueblo civilizado".

Quedaba "terminantemente prohibido blasfemar y proferir palabras soeces y groseras que escandalizan a las personas sensatas". También "las canciones y las palabras que ofendan a la moral, al decoro y a las buenas costumbres".

Se multaba a los infractores con diez pesetas la primera vez, con veinte la segunda "y a la tercera, se pasará el tanto de culpa a los tribunales para que sean castigados con arreglo al Código Penal" .

Eran los alcaldes de barrio, vigilantes y alguaciles "y demás agentes de mi autoridad los encargados de velar por el exacto cumplimiento de este bando, dando cumplimiento a esta Alcaldía de todas las infracciones que observen". Alcaldes de barrio y demás agentes percibían la tercera parte del importe de las multas impuestas.

Representó a Lavadores en la Diputación Provincial y estuvo a punto de ser elegido diputado por la circunscripción de Tui- Vigo en las elecciones de 1916, pero no logró el escaño "al manipularse los votos". Ángel Urzáiz obtuvo casi 134 veces más votos que él.

A petición de la Sociedad Agrícola de Lavadores, se le dedicó una calle de Teis en 1926.