Las obras de la futura terminal de Peinador, en teoría una ampliación que en realidad supondrá la construcción de un complejo íntegramente nuevo, llegan al nivel del suelo. Los operarios de San José y Copasa, la alianza de empresas adjudicatarias, empezaron en noviembre a trabajar en la cara norte de la terminal, hacia donde se prolongarán en mayor medida las instalaciones. El pilotaje está prácticamente terminado, según fuentes cercanas a la dirección de obra, y arranca a partir de ahora la estructura al nivel del suelo. Esta fase se prolongará un año, cuando debe estar a punto el edificio para utilizar sus dos plantas y el nivel bajo cubierta destinado a oficinas técnicas. Entonces se trasladará allí todo el equipamiento y la actividad de la terminal existente, ya que ésta será demolida. Después quedará la tercera y última etapa, con una ampliación por la cara sur, lo que configurará un único recinto que triplicará la superficie del actual. Si todo marcha en plazo, el nuevo Peinador, con capacidad para un movimiento de cuatro millones de viajeros –el cuádruple del tráfico actual– estará disponible a finales de 2013.

El edificio por el que se ha empezado, próximo a la torre de control, tendrá una superficie similar al actual, de 8.700 metros cuadrados. Allí el proyecto del arquitecto César Portela diseña el restaurante y la cafetería en la planta baja, nivel en el que estará también la mayor parte de la superficie comercial, algunos de los mostradores y los puntos de embarque. El primer piso se destina a la zona de salidas. La altura de la terminal crecerá un metro y medio por encima de la actual para culminar en una cubierta de acero. Éste será uno de los materiales principales del complejo, junto al granito –procedente de las canteras del entorno de Vigo– y el vidrio, que conformarán las fachadas.

El plan de obra fija un plazo de entre diez meses y un año para concluir esta primera etapa, y entonces pasará al nuevo edificio la actividad de la actual terminal. Aunque la superficie es similar, será una reubicación provisional, lo que conllevará algunas molestias, pero "en todo momento quedará garantizada la operatividad", exponen responsables de la obra.

Cuando esté construido el edificio central se acometerá la ampliación por la cara contraria y se procederá a la reorganización definitiva. En el ala sur, además de las llegadas. habrá una segunda cafetería y estarán situadas las oficinas de las compañías, las de alquiler de coches y las dependencias policiales. En la parte central, además de superficie comercial en la planta baja y de salidas en la alta, estarán los mostradores de facturación (el proyecto incluye 23 puestos). También se habilitará, en el nivel de acceso, el área de recogida de equipajes, dotada con cinco hipódromos. Para dirigirse a los aviones se instalarán cuatro pasarelas de embarque, dos de ellas dobles para vuelos en remoto. El sótano será la planta con más superficie, más de 6.000 m2, albergará el control de equipajes y zona de almacenamiento, y tendrá conexión directa al aparcamiento.