Un control policial en la zona de la movida nocturna acabó en la madrugada de ayer con cuatro jóvenes detenidos por agredir a los agentes y causar daños en los coches patrulla. Dos policías supervisaban el cumplimiento del horario de cierre de los pubs de Churruca cuando un joven se les encaró e incitó a la muchedumbre para que cargara contra ellos y comenzó entonces una lluvia de botellas que les obligó a solicitar refuerzos.

Todo comenzó con un enfrentamiento verbal que inició A.B.E., de 24 años de edad, a las cinco y media de la madrugada de ayer. Según fuentes policiales, este chico se puso delante del coche patrulla que estaba estacionado en la confluencia de las calles Churruca y Cervantes y comenzó a increpar a los agentes. "¡Hijos de puta. Fuera de Galicia! Había que poneros una bomba", les espetó. Los dos policías se bajaron del vehículo y le solicitaron que se identificara. Éste se negó a facilitarles sus datos y volvió a increpar a los agentes. "Yo estoy en mi tierra; identificaros vosotros", les contestó.

Pese a que los guardias le advirtieron que estaba incurriendo en un delito y podría ser detenido, A.B.E. persistió en su actitud ofensiva y comenzó a incitar al cerca de centenar de personas que estaban ya en la calle tras el cierre de los locales de copas de Churruca para que atacaran a los policías. "No dejéis que me lleven. Vamos a por ellos", gritó al tiempo que empezó a agredir a los agentes. En ese momento, varias de las personas que estaban en las inmediaciones comenzaron a lanzar botellas contra la patrulla que, agarró al joven y se resguardó.

Desarmado

En los segundos de incertidumbre y mientras la multitud continuaba lanzándoles objetos, otro joven, C.M.I., de 23 años, se abalanzó sobre uno de los dos policías y logró arrebatarle la pistola. Ambos iniciaron un forcejeo tras el que el agente logró recuperar su arma pero no pudo impedir que el varón se escapara y consiguiera despistarlos mezclándose entre la muchedumbre que había en el entorno de Churruca.

Ante la gravedad de los hechos y el ingente número de personas que seguían insultando y lanzando objetos a los dos agentes, éstos solicitaron refuerzos. Otras cuatro patrullas de la Policía Local y una del Cuerpo Nacional acudieron a la zona. Pero el aumento de agentes –en total intervino hasta una quincena– no consiguió impedir que la situación se tranquilizara.

Mientras dos de los policías que acababan de llegar ayudaban a sus compañeros, otro joven, F.R.D., de 33 años de edad, se acercó por detrás y, sin mediar palabra, empujó y tiró al suelo a uno de los agentes. Inmediatamente, el resto de funcionarios se dirigieron al agresor que, aunque opuso resistencia, consiguió ser reducido y fue también arrestado.

Testigos presenciales de los hechos denunciaron la actuación de los policías. "Había mucha gente gritándoles porque estaban utilizando una fuerza desproporcional. Incluso cuando metieron a uno de los arrestados en el coche, lo hicieron a golpes. Los jóvenes no increparon a la policía hasta que ellos empezaron a actuar por la fuerza", relata una de las personas que presenció la trifulca. Uno de los chicos arrestados solicitó ser reconocido por un médico y fue trasladado a un centro de salud.

La patrulla de la Policía Nacional que llegó de refuerzo también sufrió la ira de los jóvenes. Un individuo, P.B.V., de 25 años, comenzó a insultar y amenazar a uno de los agentes que, de inmediato, le exigió que se identificara. Según fuentes policiales, el chico empujó al policía y cargó contra él verbalmente. "Vete a la mierda, animales", le espetó. Acto seguido, fue detenido.

Cuando los agentes estaban ya en la Jefatura de la Policía Local, uno de los que habían sido agredidos en Churruca observó en las inmediaciones a C.M.I., el joven que durante la trifulca le había arrebatado la pistola y se había dado a la fuga. Según fuentes policiales, éste iba a interponer una denuncia. Tras identificarlo, también fue arrestado.

Aunque ninguno de los policías sufrió daños, la lluvia de botellas sí causó desperfectos importantes en dos de los vehículos policiales.