Las superficies con grabados de embarcaciones localizadas en el municipio de Oia forman parte de un amplio conjunto de petroglifos distribuidos por todo el territorio municipal y son objeto de un estudio minucioso en el libro "Los barcos de los petroglifos de Oia", editado por el Instituto de Estudios Vigueses y del que son autores Fernando Javier Costas Goberna y Antonio de la Peña Santos, que fue presentado ayer ante un auditorio que llenaba las dependencias de la Autoridad Portuaria. Su presidenta, Corina Porro, señaló que la colaboración de la Autoridad Portuaria en la edición de ese libro "es el mejor ejemplo de que todo lo que se relaciona con los colectivos de la ciudad interesa al Puerto".

El director del Instituto de Estudios Vigueses, Martín Curty, agradeció al Puerto "su implicación desde el principio en este proyecto" y señaló que "gracias a Costas Goberna y a Antonio de la Peña, disponemos de una prueba tangible de que las naves de rojas proas pudieron recalar en la ría de Vigo y aún más: la seguridad de que disponían de la tecnología naval suficiente para lograrlo".

Antonio de la Peña quiso dar especial importancia al arte rupestre de las Rías Baixas "que es exclusivo de esta zona geográfica y constituye la manifestación cultural más importante de Galicia" y nos informa "de la existencia de navegantes mediterráneos por las costas de Galicia y recoge una iconografía típicamente mediterránea".

Por su parte, Costas Goberna afirmó que "los grandes navíos que vemos ahora entrar por las Cíes o se construyen en los astilleros de la ría, tienen su origen en lo que se reproduce en Oia. Por eso se puede decir que el libro que ahora presentamos es un libro de barcos".

Recordó que la primera noticia que se tiene de las embarcaciones en los petroglifos de Oia se remonta a 1914, cuando el periódico de A Guarda "la Voz del Tecla" publica una información sobre la búsqueda de un tesoro "en la parte de allá del río Vilar", siguiendo las indicaciones del libro llamado El San Cipriano".

Habría que esperar hasta 1991, para que "un grupo de colaboradores del Museo Municipal de Vigo localicemos la superficie reventada por los buscadores de tesoros, además de encontrar una segunda embarcación de menor tamaño, en una roca de un grupo de petroglifos más arriba y la tercera apareció tras las riadas de octubre de 2006".

El libro incluye un estudio detallado de cada uno de los petroglifos y la manera de acceder a ellos.