Dos de las cuatro empresas que forman parte de la UTE que no resultó ganadora del concurso para construir el nuevo hospital han presentado un recurso administrativo contra la adjudicación, según confirman fuentes oficiales de la Xunta, que apuntan a las firmas San José e Iridium. Copasa y OHL (Obrascon-Huarte-Lain), las otras dos compañías de la alianza de empresas que optaba a levantar el complejo de Beade-Valladares, se mantienen al margen.

Desde Sanidade defienden que el proceso para iniciar las obras de la infraestructura sanitaria "continúa su curso" y que el recurso "no prejuzga nada". "No resulta infrecuente que se presenten en este tipo de concursos", sostienen. Otras fuentes aseguran, sin embargo, que este contencioso judicial está afectando a la marcha de las obras, de forma que algunas actuaciones anunciadas todavía no se han podido realizar.

La obra fue adjudicada de forma provisional en diciembre y definitivamente en enero a la Unión Temporal de Empresas formada por Acciona, Puentes y Calzadas, Altair, Concessia y Ocasa, que tendrán que construir el mayor complejo hospitalario gallego en dos años y medio. La concesionaria cobrará un canon máximo de 56,5 millones anuales. Este importe incluye el coste que ingresará por la construcción y por encargarse de los servicios no sanitarios. Así, el valor total de la inversión será de 1.130 millones de euros, según el cálculo a veinte años de concesión.