Peinador despejó ayer toda la zona norte de su estacionamiento de aeronaves para recibir un Antonov 124, el segundo avión de carga más grande del mundo. FEl descomunal aparato llegó anoche vacío para dentro de dos días partir hacia Mozambique con su enorme bodega cargada de lanchas que servirán de apoyo a la flota pesquera que faena en aguas de ese país africano. La compleja maniobra de carga en un avión de estas dimensiones –73,3 metros de envergadura (de ala a ala) y 68,96 metros de largo– volverá a repetirse el día 16, cuando aterrice otro Antonov del mismo modelo para embarcar otras tantos buques.

El astillero vigués que construyó las lanchas ya las tiene listas para el primer envío en avión. De 12 metros de eslora cada una, un Antonov 124 podría embarcar hasta cuatro de estas unidades marítimas. Sus 4.500 kilos tampoco suponen ningún problema para este mítico avión de origen ruso-ucraniano. Carga hasta 150 toneladas y los aviones de este modelo operativos en la actualidad han transportado en sus casi 30 años de servicio desde tanques de guerra hasta locomotoras e incluso ballenas.

La llegada de primer Antonov a Vigo sufrió varios contratiempos a lo largo del día de ayer y a punto estuvo de cancelarse. Al final tomó tierra pasadas las ocho de la tarde para dirigirse a continuación hacia el estacionamiento situado junto a los hangares de bomberos. Responsables de operaciones de Peinador habían dedicado toda la mañana a dejar este recinto libre. Para ello tuvieron que trasladar todas las avionetas y jets al lado sur de la terminal, junto a las naves de handling y de la base de los helicópteros del Servicio de Guardacostas de la Xunta. "Cuando llega un bicho de estos, todo espacio es poco", aseguraba ayer un miembro del dispositivo que atendió al Antonov.

En un primer momento, Iberia –encargada del transporte de la carga– pretendía que los dos supercargueros coincidiesen en el aeropuerto, pero los responsables de Peinador le denegaron la autorizaron argumentando falta de espacio. Este problema se agrava todavía más con las obras de ampliación de la terminal.

No es la primera vez que Peinador recibe a uno de estos "gigantes del aire". En 2009 la planta viguesa de PSA-Citroën tuvo que recurrir a un Antonov 124 para traer motores desde fábricas extranjeras ante el desabastecimiento que sufría la planta viguesa a causa de una huelga de transporte.

Hasta los más habituados a ver esta clase de aviones coinciden en considerar un "espectáculo" el despegue de un Antonov 124, sobre todo si lo hace cargado. Entre lo que pesa el aparato y la carga que puede llevar puede superar las 405 toneladas en total. En estas condiciones, cuando se aceleran al máximo los cuatro turborreactores en la carrera final para levantar vuelo "el estruendo que transmite este avión es impresionante", según empleados de Peinador.

Igual de llamativa es la flexibilidad de su estructura para introducir todo tipo de carga. Los vigueses ya pudieron apreciarlo en 2005, cuando otro Antonov 124 abrió todas sus extremidades para sacar de sus entrañas los nuevos helicópteros de salvamento marítimo de la Xunta. Este avión llegó a Vigo directamente desde Estados Unidos. Y es que su autonomía también caracteriza a este supercarguero. Puede cubrir sin parar la distancia entre Canadá e Irlanda.