La Universidad regresa cinco años después al edificio de Areal para contar con una sede institucional en el centro de la ciudad. El alcalde y el rector han alcanzado un acuerdo esta semana para que la institución académica pueda disponer de una parte del inmueble y cumplir su aspiración de estar más cerca de los vigueses.

Recuperar la presencia en la ciudad fue una de las promesas electorales de Salustiano Mato para alcanzar el Rectorado en mayo de 2010. En julio cursaba la primera visita oficial al regidor vigués y éste se comprometió a buscar una sede en el centro. Desde el primer momento, se barajó la posibilidad de Areal, pero también "La Gota de leche" y el Casco Vello.

Las dos instituciones deben decidir ahora qué espacios serán ocupados en el inmueble. Una opción serían las dependencias remodeladas durante el mandato de Corina Porro y que permanecen en desuso desde que Abel Caballero devolvió la Alcaldía a la praza do Rei.

El Concello cedió el inmueble de Areal a la Universidad en 1992 hasta que Domingo Docampo decidió trasladar el Rectorado y todos los servicios administrativos al campus de As Lagoas-Marcosende. Los últimos funcionarios abandonaban el edificio en abril de 2006 y la Universidad solo se quedaba con los garajes adquiridos en un inmueble próximo.

La falta de una sede en Vigo fue duramente criticada por la oposición y varios sectores de la sociedad debido a la alejada situación del campus. Tras el mandato de Alberto Gago, que no tomó ninguna decisión en este sentido, Mato se comprometió a buscar un espacio para estar "cerca de los ciudadanos".

Aunque siempre ha defendido que la administración debe permanecer en As Lagoas, su intención es que la sede de Areal acoja reuniones institucionales, así como una agenda cultural propia.

El anuncio realizado en su día por Mato y Caballero fue aplaudido por representantes vecinales, empresariales y de la judicatura de la ciudad, entre otros, a través de las páginas de este periódico.

Los entrevistados destacaban que la apertura de una sede contribuirá a intensificar la identificación de la ciudad con su universidad además de dinamizar la vida cultural. Algunos de ellos también expresaban la necesidad de que permitiese la realización de algunos trámites administrativos para evitar desplazamientos de estudiantes o empresarios al campus.

Las primeras sedes oficiales de la Universidad de Vigo fueron un apartamento de Policarpo Sanz y el Edificio Cambón, cedido por la Xunta para acoger el Rectorado desde la segregación de Santiago en el curso 89-90 hasta abril de 1992, cuando éste fue trasladado al edificio de Areal.