Homenaje a una destacada figura de la Transición española. El vigués Enrique Curiel, exvicesecretario general del Partido Comunista de España (PCE), falleció ayer en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid después de una larga enfermedad y tras varios meses de internamiento. Sus compañeros durante más de tres décadas en el Congreso y el Senado le rindieron ayer un sentido tributo en el madrileño tanatorio de La Paz, donde todos coincidieron en destacar su trayectoria como un ejemplo "de paciencia y honestidad". Al cierre de esta edición la familia estaba pendiente de concretar el traslado de sus restos mortales a su ciudad natal, Vigo, donde será entrerrado por expreso deseo suyo.

Curiel estudió bachillerato en Galicia y se trasladó a Madrid con apenas 18 años. En 1968 ingresó en el PCE y llegó a ser vicesecretario general en tiempos de Gerardo Iglesias. Su evolución lo llevó a formar parte de Izquierda Unida en los primeros años de la formación y ya en 1990 entró en el PSOE, manteniendo su escaño en el Senado por la circunscripción de Pontevedra hasta el año 2008. Por aquel entonces continuaba con su trabajo como profesor titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, pero el tumor que le fue diagnosticado el pasado año le obligó a dejar la docencia en el mes de octubre.

La clase política española se rindió ayer a su temple y a su pragmatismo. La comitiva la encabezaban los presidentes del Congreso, José Bono, y del Senado, Javier Rojo, que recordaron a Curiel como "un hombre que luchó por la libertad en España". Tampoco faltó a su despedida su compañero y exsecretario general del PCE Santiago Carrillo, que alabó al vigués por vivir "como un político honesto, sin un céntimo y sin meter la mano en ningún lugar peligroso".

Además de Gaspar Llamazares, Jaime Lissaveztky, Antonio Gutiérrez o Rodolfo Martín Villa, al tanatorio de La Paz también acudió una amplia representación del Gobierno español: los ministros de Presidencia, Sanidad y Medio Ambiente. Curiosamente, aunque cerró su etapa política en las filas del PSOE, Curiel solicitó que su féretro se cubriera con una bandera del PCE.

En su breve intervención en el homenaje al fallecido, el presidente del Congreso subrayó que el exsenador vigués "quedará en la memoria colectiva por su ejemplo de dignidad" y añadió que sin políticos comprometidos como él "no se hubiese acabado con la dictadura". Concluyó su alocución recordando una carta que le remitió el propio Curiel en 2008 para responder a quienes le criticaron por intentar buscar el cadáver de un tío fusilado en la Guerra Civil. Carmen, la mujer del fallecido, ha agradecido emocionada este homenaje a "un buen hombre, un buen amigo, inocente a veces y muy sensible, que quería mucho a su país y que por éste luchó toda su vida".

Los reconocimientos a la trayectoria de Curiel se repitieron también en Galicia, donde el secretario general del PSdeG lo definió como "un ejemplo de trabajo y compromiso con el socialismo".