¿David contra Goliat? Un joven trabajador de Citroën acaba de ganar en los tribunales la anulación de lo que consideraba una cláusula abusiva en la hipoteca que firmó hace tres años para comprarse su primera vivienda con su pareja. El contrato de permuta financiera de tipos de interés (IRS) que firmó creyendo que era un seguro por si subía el Euríbor, se convirtió en un gasto excesivo para su economía, ya que no se beneficiaba de las bajadas del tipo de interés. Frente a 20 euros que le ingresaron en su cuenta de beneficios, tuvo que hacer frente a 3.000 euros más de lo previsto.

Su caso no es único, muchos particulares compraron estos productos swap para cubrir el riesgo de subida de los tipos de interés. Se firmaron con el Euríbor muy alto y protegen de posibles subidas, pero también impiden disfrutar de la bajada de los tipos de interés. La crisis ha agudizado en los últimos dos años la presentación de este tipo de demandas. El incremento de casos se palpa a diario en los Juzgados de Primera Instancia de Vigo, donde se celebran varias juicios civiles a la semana. Muchas de las sentencias favorables han sido ratificadas ya en la Audiencia.

El Juzgado de Primera Instancia 1 de Pontevedra dio la razón al mecánico al considerar que carecía de conocimientos suficiente para entender el producto que adquiría y que la entidad bancaria no le informó correctamente. Por eso, ha anulado el contrato y se realizará una liquidación más favorable a sus intereses. El despacho de Alberto de Salazar, el letrado que llevó el caso, alegó "vicio de consentimiento", pues si su cliente hubiera sido debidamente informado "jamás habría firmado".

Y es que el IRS garantiza al hipotecado pagar un interés fijo aunque el Euríbor esté por encima y la entidad abona la diferencia al cliente cuando es superior al tipo de referencia pactado. El problema radica cuando los tipos bajan como ha ocurrido ahora.

Con ser el caso más reciente, el de este joven no es el único ganado en los tribunales contra el contrato de permuta financiera de tipos de interés (IRS). Además de particulares y pequeños empresarios, algunas grandes empresas también reclaman en los tribunales a sus bancos, aunque lo tienen más difícil a la hora de obtener sentencias favorables pues sus responsables financieros no pueden alegar falta de información o de conocimientos para comprender la complejidad de los swap. No obstante una empresa viguesa reclama 200.000 euros a una entidad bancaria por el contrato de permuta financiera de tipos de interés (IRS).

El abogado Carlos Borrás tiene experiencia a ambos lados del conflicto. Representa a clientes que reclaman la anulación del swap y también a entidades financieras que defienden su aplicación. "No hay una regla general. Tenemos sentencias en contra y a favor en ambos casos. Sí es cierto que el número de demandas crece cada día y, en principio, los tribunales fallan más a favor de los particulares".