Vigo es una de las ciudades de Galicia y del noroeste español con mayor tradición "motera". Pero los amantes de los vehículos de dos ruedas no se libran de la crisis económica. Según los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estadística –basados en información de la Dirección General de Tráfico–, el municipio vigués cerró el año con 1.690 matriculaciones de motocicletas y ciclomotores (1.459 y 231 respectivamente), lo que significa la mitad de las registradas en 2007 –antes de la llegada de la recesión–, cuando se incorporaron a las calles de la ciudad 3.477 (2.679 motos y 798 ciclomotores). Concesionarios consultados por este periódico consideran que la entrada en vigor en 2010 de la nueva normativa (Reglamento General de Conductores), más dura, también ha influido en la caída de las ventas.

El gerente de Anca S.L., Juan González, observa que el descenso de las matriculaciones se centra fundamentalmente en las motos de gran cilindrada (más de 500 centímetros cúbicos) y en los ciclomotores. En el primer caso debido a la dificultad de acceder a un préstamo financiero para adquirir el vehículo (con precios a partir de los 10.000 euros) y por la "regulación más estricta" para poder conducirlo. Para obtener el permiso A antes solo era necesario tener 18 años y desde septiembre la edad mínima se fija en 20, aparte de ser titular del carné A2 (para motos de entre 125 y 500 cc) durante al menos dos años y superar una prueba específica.

En cuanto a los ciclomotores, González advierte que "están casi muertos". "Su uso se limita a las zonas más rurales y a las empresas y restaurantes que reparten comida a domicilio en ciudad", explica. Ahora para pilotar una moto de menos de 50 cc se exige aprobar un examen teórico y otro práctico y haber cumplido los 15 años, cuando antes la edad mínima se fijaba en 14 y se trataba de una simple licencia que se conseguía realizando un trámite burocrático en la Jefatura de Tráfico y superando un test psicotécnico. "Los chavales ahora esperan un año hasta cumplir los 16 y ya pueden comprar una scooter", aclara.

Baja y media potencia

Desde Anca Motor lo tienen muy claro. "El mercado de la moto lo está soportando la scooter de 125 centímetros cúbicos". Frente a la acusada caída en las ventas de ciclomotores y vehículos de dos ruedas de gran cilindrada (más de 500-600 cc), los de baja y media potencia aumentan su hueco en el mercado y capean temporal de la crisis en el sector. "En el caso de las scooters de 125 cc incluso hemos registrado un incremento en Vigo de un 8,81%, en relación a 2009", revela el gerente del concesionario vigués. Un aumento, en su opinión, muy condicionado por la posibilidad de que conductores con más de tres años de carné de coche (B) puedan pilotar estas motos. Aunque esta convalidación ya está vigente desde 2004, últimamente se ven más clientes en los concesionarios que se sirven de ella.

¿Han surgido nuevos perfiles de conductores de scooters? "Son muy variados, pero en lo que todos coinciden es en comprar una moto utilitaria. Tenemos desde señores que convalidan su permiso de turismo; otros que la compran para usarla exclusivamente de lunes a viernes para ir al trabajo y así reducir gastos dejando el coche en casa y evitando pagar parking; cada vez hay más mujeres; y luego están los jóvenes que antes optarían por el ciclomotor", especifica Juan González. Y es que la diferencia de precio entre una scooter de 125 cc y un ciclomotor –del mismo modelo– apenas alcanza los 300 euros. "Hay familias con dos coches que se plantean dejar uno en casa y utilizar la moto de pequeña cilindrada, que ronda los 3.000 euros y su consumo es la cuarta parte que el de un turismo", concluye.