La segunda edición de la Festa do Marisco do Cortello abrió ayer el calendario de festejos gastronómicos, congregando a cerca de un millar de personas en un homenaje a la "cacheira", el morro, la oreja y la patata. En el "torreiro" de Bembrive se repartieron 650 kilogramos de cocido "de mucha calidad y a un precio muy asequible [el coste de una bandeja de comida y una taza de vino fue, al igual que el año anterior, de 10 euros]", señaló el presidente de la comisión de fiestas, Camilo Lago.

Lago es, además de creador del evento, quien le dio nombre a esta celebración gastronómica. "Se llama así porque cuando le preguntas a la gente mayor si quiere marisco, te responden que el único marisco que les gusta es el del cortello", explicó. Este homenaje al cocido nació como preludio a la fiesta de San Blas, que se celebra en Bembrive el 3 de febrero. "La Festa do Marisco do Cortello es a San Blas como el primer foguete de San Fermín", dijo el presidente de la comisión.

El tiempo también ayudó a que en la plaza se colgase el cartel de completo. "Viene mucha más gente que los vecinos"; señaló José Novoa, uno de los comensales. De hecho, se desplazaron a Bembrive, con motivo de la comida popular, vecinos de todas las parroquias de Vigo. Es el caso de Gloria y José, que residen en las inmediaciones de la Praza de España. "Es la primera vez que venimos, pero nos hablaron muy bien de esta fiesta y la verdad es que está buenísimo", comentaron. Para Gloria, que llegó de su país de origen para instalarse en Vigo hace tres meses, tiene un sabor "muy especial. Vivíamos en Venezuela pero mi padre es de aquí y cocinaba cocido, aunque no es lo mismo, no sabe igual que este", recalcó.

También asistieron vecinos de fuera de Vigo. Mónica condujo desde Mos para que sus dos niñas pequeñas probasen la "cacheira", aunque reconoció que "en estos platos se echa en falta la verdura". En cambio, Balbino, vecino de la parroquia, aseguró que "el cocido siempre está bueno".

Pero la jornada de ayer no se limitó a la "cata" de productos del "cortello". También se dispusieron puestos de venta de rosquilla, de pastelería y de embutido.

Charanga y música folk

Para poner música al banquete y animar a los comensales a marcarse unos bailes a base de música folk y de charanga, pasaron por el "torreiro" la bandas Lume de Candela, de Bembrive, y Vaite xa, que se desplazó desde la parroquia de Valladares. "Mami, ¿qué será lo quiere el negro?", "A cabritinha", "El polvorete", "La barbacoa" o "Tu chica yeyé" fueron algunos de los temas que interpretaron las combinaciones de trompetas, percusión y gaitas gallegas, y que arrancaron a los asistentes a bailar.

"No solo la comida, la música también recuerda a las fiestas que se celebraban en la Galicia de antes. Ahora la juventud vuelve a valorarlas y a disfrutarlas, y eso es muy bonito", manifestó el presidente de la comisión de fiestas. Camilo Lago afirmó que la suma invertida para llevar a cabo el evento es similar a la del año pasado, "de cerca de 1.200 euros". Se estima que las ganancias alcancen, más o menos, la cifra de la edición anterior. "Unos 6.000 euros, que serán destinados a la puesta en marcha de San Blas, para el disfrute de todos los que se acerquen a la parroquia el 3 de febrero", anunció el presidente.