Portugal continúa dando vía libre a los conductores gallegos para que circulen por sus autovías de “telepeaje” sin pagar. Tres meses después de que el Gobierno luso impulsara su polémico sistema de cobro en las antiguas Scut (carreteras sin coste para el usuario) Norte Litoral (A-28), Costa de Prata (A-25) y Grande Porto (A-41 y A-42) todavía no multó a ningún vehículo español. Fuentes oficiales del Ministerio de Obras Públicas desmintieron incluso, a preguntas de este periódico, las informaciones hechas públicas por varios medios de comunicación esta semana en las que se apuntaba que había ya más de 3.000 sancionados. “Es una información falsa”, garantizan.

El secretario xeral del Eixo Atlántico, Xoan Vázquez Mao, confirmó también ayer la permisividad de Portugal hacia los gallegos en los tres últimos meses. “La política de tolerancia se mantiene hasta que se normalicen los sistemas de pago”, garantizó citando fuentes del Ministerio de Transportes de Portugal.

Pese a que el Ejecutivo de José Sócrates nunca manifestó oficialmente que daría una moratoria a los conductores gallegos -de hecho llegó a amenazar incluso con poner sanciones desde el primer día en que entró en vigor el peaje- la complejidad del sistema y la presión de los empresarios y usuarios del área de Vigo, así como de la Xunta de Galicia, contribuyó a que el Gobierno abriera un periodo de “tolerancia” que, tres meses después, continúa en vigor. Si bien es cierto, el todavía no cumplió su compromiso de que los “chip” recargables se podrían adquirir en Galicia. Sí activó ya el pago por internet, pero esta modalidad es hasta os euros más cara.

El complejo y polémico “telepeaje” podría rebelarse contra los intereses de recaudación del Gobierno luso. Según fuentes cercanas a la administración portuguesa, un problema informático estaría impidiendo actualmente que el sistema utilizado para registrar las matrículas no esté tramitando las placas de vehículos extranjeros. Una limitación que, según las mismas fuentes cercanas al Ejecutivo portugués, podría dificultar la labor sancionadora. En todo caso, la concesionaria de la autovía estaría trabajando ya en la resolución de este obstáculo técnico.

Fuentes oficiales del Ministerio de Obras Públicas no desmienten la existencia de este problema, pero se limitan a decir que es competencia de las empresas que gestionan las autovías. “Estas cuestiones las tienen que resolver las concesionarias”, señalan.

Usuarios

A varios usuarios gallegos de las autovías lusas les han transmitido ya que el sistema de “telepeaje” tiene dificultades para registrar las matrículas extranjeras. “Hace unos días pregunté en una oficina de Vía Verde por qué a los conductores foráneos no se nos permitía pagar en un plazo de cinco días después de haber circulado por la autovía, como sí pueden hacer los portugueses. Me contestaron que el sistema no almacena más que las matrículas lusas, por lo que un conductor de fuera no puede pagar a posteriori porque su placa no queda registrada”, asegura Ruth Álvarez, una viguesa que estudia en Braga y que ha sufrido ya los problemas de incompatibilidad entre el Vía T español y el Vía Verde portugués. “Uno interfiere sobre el otro y he tenido que llevar ya el portugués a reparar”, afirma.

Varios transportistas gallegos confiesan incluso que circulan “a propósito” sin pagar. “Hace varios semanas que tengo el Vía Verde, pero no lo estoy utilizando porque sé que tienen un problema que les está impidiendo multar a los vehículos con matrícula extranjera”, asegura un camionero de Vigo que, al igual que otros transportistas encuestados por faro que confiesan también que no están pagando, prefiere mantenerse en el anonimato.