El Centro Gran Vía deberá ser más pequeño para legalizar el edificio y las dos torres –de 114 viviendas cada una– en Finca do Conde. El plan que redactan los técnicos municipales reducirá la superficie comercial y cambiará el uso de algunas zonas del edificio para instalar un equipamiento "dotacional" de gestión privada. Esta categoría urbanística permite crear actividades deportivas, sociales, lúdicas, culturales, educativas o administrativas. Aún con estos cambios, el Concello asume, según fuentes del gobierno local, que parte del complejo está abocado al derribo, ya que las modificaciones serían insuficientes para cumplir las sentencias del Tribunal Superior de Xustiza. Los fallos judiciales declararon ilegal todo el ámbito por considerar excesivo el suelo comercial construido, puesto que el Plan Xeral (PXOM) de 1993 fijaba que debe primar el uso residencial.

"Se buscará aprovechar al máximo el edificio para ocasionar el menor coste posible", indican las citadas fuentes. El grado de redistribución interior, el nuevo tamaño del centro y la parte del complejo que quedará sin legalizar aún no se han definido, añaden los responsables políticos consultados, por lo que está por determinar qué locales se verían afectados. En el complejo hay 150 tiendas, diez salas de cine y un híper, además de tres sótanos de parking. Las mismas fuentes avanzan que los negocios y el suelo dotacional se configurarán "en vertical, por la estructura del edificio". "No será suprimir una planta y cambiar el uso de otra. Habrá que estudiar en qué medida hay que reducir la superficie comercial y aportar equipamientos para que el residencial vuelva a ser el uso predominante en Finca do Conde", explican. El gobierno municipal también descarta ampliar la edificabilidad destinada a pisos en la urbanización como vía para agrandar el "peso" del uso de vivienda.

La terraza del centro Gran Vía, donde hay una plaza pública, un vial y aparcamiento, también sufrirá importantes cambios. El Concello ha enviado ya un primer documento a la Xunta para someter el plan al trámite de evaluación ambiental, un paso obligatorio para modificar el PXOM actual y aplicar las nuevas características urbanísticas. El documento remitido, al que ha tenido acceso FARO, refleja que "la zona verde y espacio libre de la cubierta está ocupada por elementos estructurales y arquitectónicos, y por vegetación ornamental". "Es destacable –prosigue – la presencia de especies exóticas invasoras que suponen un riesgo para el equilibrio natural". Uno de los objetivos de la suspensión de licencias en Finca do Conde, aprobada por el pleno el 22 de febrero de este año, es "dotar de espacios libres y verdes públicos suficientes, libres de elementos arquitectónicos y obstáculos", lo que incidirá en la terraza.

El pleno suspendió las licencias durante un año, lo que frustró la aspiración de los promotores de obtener legalizar la urbanización. Aunque el Plan Xeral en vigor le da cobertura tal y como está construida, el gobierno local mantiene que siguen sin cumplirse las exigencias de los jueces. Además del centro comercial y las dos torres de quince plantas, tanto la ordenación que anularon los tribunales como el PXOM posibilitan otros dos bloques de viviendas de cinco alturas, que el Concello paralizó antes de que los promotores iniciasen la edificación.

El acuerdo de la Corporación –adoptado con los votos a favor de PSOE y BNG y la abstención del PP– señala que la nueva ordenación deberá incluir equipamientos dotacionales, plazas de aparcamiento público, zonas verdes y vías de comunicación adaptadas a la densidad de tráfico del ámbito. El plan irá a pleno antes de marzo, cuando vence el plazo de suspensión de licencias. Su aprobación inicial prorroga de forma automática la suspensión de los permisos durante otro año. Mientras, continuaría el proceso para modificar el Plan Xeral.