El lanzamiento de artefactos incendiarios en las oficinas del Inem en la viguesa calle Baiona y en el polígono de Torneiros en Porriño, así como la rotura de cristales y pintadas en la sede del PP de A Guarda, mantuvieron en jaque durante toda la madrugada de ayer a los servicios de emergencia y a las fuerzas de seguridad de Vigo y su área. Horas después la Policía Nacional detenía a un vecino de Vigo, identificado como M.N.A., como uno de los presuntos autores materiales del lanzamiento de los cócteles molotov en Coia. Las fuerzas de seguridad esperan nuevos arrestos de inmediato, ya que otros tres miembros del grupo están identificados.

Todos ellos estarían vinculadas con la Plataforma de Parados del Naval, un sector radical escindido del sindicato nacionalista CIG, acampado frente a las dependencias de la Xunta en Montero Ríos durante un mes durante la huelga del metal. Estas detenciones, según fuentes próximas al caso, permitirían resolver media docena de atentados similares cometidos en los últimos meses en Vigo y su comarca, caso de un ataque a la sede de Foncalor (el segundo, ocurrido el pasado verano con explosivos se vincularía a Resistencia Galega), a la casa del presidente de Instalectra, a las sedes de UGT y CCOO en Porriño y al local de Asime. Al menos 7 personas fueron detenidas en los últimos meses en relación con diversos ataques.

Los investigadores llegaron hasta el primer detenido a través de la matrícula de un coche que estuvo estacionado en las proximidades de las dependencias del Inem en Coia y que habría sido utilizado por los incendiarios para huir. El arrestado también sería el titular del coche.

La Guardia Civil y la Policía Nacional, que se han hecho cargo de las investigaciones, descartan que el acto vandálico de A Guarda tenga relación con los ataques de Vigo y O Porriño, si bien sospechan que los autores de los incendios fueron los mismos. En ambos casos se actuó de forma similar: rompieron desde el exterior el cristal de seguridad de los ventanales de las oficinas del Inem, situadas en la planta baja, y lanzaron los artefactos incendiarios abandonando la zona.

En las dependencias viguesas se lanzaron al menos dos botellas, una de ellas verde, llenas de líquido inflamable y una mecha. Un particular alertó a las 2.42 horas al 112 de que estaba ardiendo la oficina. La rápida actuación de los bomberos de Balaídos evitó una tragedia, según manifestaba la responsable del Centro de Formación Profesional de Coia, Ángeles Cortés, ya que el Inem ocupa unas dependencias cedidas por la Xunta en las instalaciones escolares. "Esto pudo írseles de las manos. No creo que fueran conscientes de que en los talleres guardamos oxígeno, propano, pinturas... un montón de elementos inflamables. El fuego quemó varias mesas, sillas y ordenadores, y el calor subió a la planta de arriba, donde se archivan numerosos expedientes escolares. Pudo ser un infierno", explica.

La responsable del centro de formación y el delegado de la oficina del Inem, José Vizcaya acudieron al lugar del incendio a las 3 de la madrugada. "No había luz, y la Policía buscaba otro posible artefacto con linternas", recuerdan. A primeras horas de la mañana se personó en el lunes la delegada de la Xunta, Lucía Molares. A las 3.23 horas la Guardia Civil alertaba al 112 del segundo atentado, esta vez en Porriño.

El alcalde de Vigo, la Xunta y los regidores de Porriño y A Guarda condenaron ayer estos actos violentos. También lo hizo el responsable de la CIG en Vigo, Serafín Otero. "CIG quiere dejar muy claro que condena totalmente este tipo de acciones y que no apoya ninguna acción de este tipo. Nuestras manifestaciones son pacíficas", expuso al término una manifestación.