Hace tiempo que las diferencias sociales entre hombres y mujeres han desaparecido. Lamentablemente este avance no puede extrapolarse en la misma medida al ámbito laboral, donde ellos continúan percibiendo mayores salarios (un 16% más –de media– según el último estudio del Ministerio de Igualdad). Pero a la hora de lanzarse al mundo empresarial, parece que no existen desigualdades. La precariedad laboral y la elevada tasa de paro han propiciado que tanto jóvenes vigueses como viguesas decidan apostar por la creación de su propia empresa. El gerente de la Cámara de Comercio, José Manuel García Orois, reconoce que "en general se ha apreciado un incremento sostenido de personas que acuden a los servicios de asesoramiento a emprendedores". "Sin duda, el aumento del desempleo parece tener un peso innegable en el aumento de proyectos que buscan el autoempleo", argumenta.

Así lo demuestran los datos del Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM) que ofrece la entidad cameral y que tiene como objetivo sensibilizar a las mujeres hacia la actividad empresarial, y al mismo tiempo ser un instrumento para la constitución y consolidación de negocios liderados por ellas. Solo entre enero y septiembre se beneficiaron de este servicio un total de 253 empresarias, una cifra notablemente superior a las 236 que se registraron en todo el 2009 (el año anterior se contabilizaron 235).

Por su parte, la presidenta de la Asociación Provincial de Empresarias de Pontevedra (APE), Mª Teresa R. Vidal Gallego, admite que este año ha crecido el número de nuevas empresas impulsadas por mujeres, y fundamentalmente a consecuencia del desempleo. "En la asociación tenemos muchísimas emprendedoras. Creo que nosotras somos más decididas que los hombres y tenemos más iniciativa", considera. Aprecia que una amplia mayoría de las jóvenes buscan un nicho de mercado diferente e instalan su actividad en sus domicilios, en la medida de lo posible, para ahorrar costes. "Antes en el sector textil tenían mucho camino, sobre todo a través de las cooperativas, pero ahora está muy complicado y buscan alternativas", comenta Vidal Gallego.

Zoraida Díaz Sousa es una de las viguesas que, en situación de desempleo, apostó por la "aventura" empresarial. "Trabajé durante varios años en automoción, aunque no era nada estable. Con la crisis la cosa cambió y empecé en una empresa de fotodepilación. A los seis meses cerró y me vi en la calle. Entonces decidí seguir en el sector y hacerme autónoma", relata esta joven de 28 años. Dio el paso en abril. "Llega una edad que te planteas hacer algo con tu vida y crearte un oficio", manifiesta Zoraida.

Ella se dedica a la depilación con luz pulsada y realiza su trabajo en gimnasios, peluquerías y centros de belleza. "Donde me llamen", dice. "Empezar es duro porque apenas hay ayudas para los autónomos y no tienes derecho ni a ponerte enferma, pero bueno, mis padres me ayudan mucho", agradece. El hecho de ser mujer no le ha supuesto un handicap, puesto que el suyo es un ámbito laboral fundamentalmente femenino. "Lo que le choca a mucha gente es que sea tan joven. Algunas personas parece que no se fían", concluye.

Otro ejemplo de espíritu emprendedor es el de Beatriz Urgal y Marisol Mascato, dos jóvenes que trabajan en el mundo editorial desde una óptica diferente, nada convencional. En este momento están centradas en un cuento infantil bilingüe (en gallego-inglés y en castellano-inglés) que salió a la venta hace algo más de tres semanas: "Los lunares de Lola".

En su caso, las "carencias del mercado laboral" y las "aspiraciones en común" les llevaron a unirse en un proyecto empresarial. "Damos una oportunidad a escritores y autores noveles. Hay que dar rienda a esos nuevos creadores. Además utilizamos materiales ecológicos para la edición, como hilo vegetal", comentan. Triqueta Verde pretende introducir en el mercado libros infantiles y juveniles con carácter pedagógico y ya trabajan en una segunda publicación ("¿Qué le pasa a la abuela?"), que estará disponible en las librerías en cuestión de semanas.

Al igual que Beatriz y Marisol, Begoña Valdenebro también ejerce su actividad en el Vivero de Empresas de la Cámara, ocupado prácticamente al 100% (dieciocho despachos de diecinueve existentes). Y la tercera parte de los negocios están encabezados por mujeres. "Soy ingeniera de Telecomunicaciones, estudié un máster y luego, al paro. Entonces fue cuando montamos la empresa, somos dos socios", explica Begoña. Vifordat es una consultora especializada en la adaptación de empresas a la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), sistemas de calidad y gestión o formación empresarial. "Nos diferenciamos en el trato cercano con el cliente. Es curioso que todavía muchas empresas que no se hayan adaptado a la LOPD, pese a ser de obligado cumplimiento", revela esta viguesa.

Beatriz urgal, marisol masca

Eción de libros. Cuentos bilingües.

"Damos oportunidad a autores noveles"

Triqueta Verde nació el año pasado con el objetivo de hacerse un hueco en el mercado ofreciendo productos novedosos. Beatriz y Marisol han editado "Los lunares de Lola", uno de los primeros cuentos infantiles en gallego-inglés y español-inglés. "Damos una oportunidad a autores noveles, con mucho potencial de creación", defienden.

Zoraida Díaz

Autónoma. Fotodepilación. 28 años

"Me quedé en paro y decidí buscar un oficio"

Zoraida trabajó durante años en la automoción, pero con la crisis se quedó sin empleo. Luego empezó en una empresa de fotodepilación, que cerró. "Decidí crearme un oficio y continuar en el sector.", expresa. Desde abril es autónoma (dirige Depilmais) y se dedica a la depilación con luz pulsada en peluquerías, gimnasios y centros de estética.

La tercera parte de las dieciocho firmas que ocupan el Vivero están lideradas por mujeres

Begoña valdenebro

Protección de datos (LOPD). 32 años

"Muchas empresas no se adaptan a la LOPD"

Begoña Valdenebro regenta Vifordat junto con su compañero Javier Roig. En su caso, el desempleo la llevó a lanzarse al mundo empresarial hace apenas tres meses. Sus clientes son pymes. "Hay muchas que no están adaptadas a la Ley Orgánica de Protección de Datos, pese a que es de obligado cumplimiento ya desde el 2000", afirma.