Povisa retira el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 787 trabajadores fijos y 216 eventuales. Un día después de que el Gobierno gallego prorrogara el concierto firmado en el año 2000 y que todavía está vigente, el hospital daba marcha atrás y a última hora de la mañana de ayer anunciaba que lo deja "en suspenso". La empresa quiso enviar un mensaje de "tranquilidad y estabilidad" a la plantilla y a los pacientes tras hacer pública su decisión de paralizar los despidos e insistió en que los usuarios "seguirán siendo atendidos con los mismos estándares de calidad" hasta que se cierre un nuevo acuerdo.

"El ERE desaparece del horizonte inmediato", manifestaron desde el centro tras recibir ayer por la mañana la resolución de la Xunta que da continuidad al concierto en vigor e "imposibilita" la presentación de un expediente vinculado al concierto con el Sergas. Su retirada es un paso importante para encarar las negociaciones de un nuevo contrato con mayor tranquilidad, aunque el acuerdo no parece cercano.

Directivos del hospital y técnicos del Sergas se sentarán de nuevo el lunes para intentar cerrar las condiciones económicas por las que Povisa atenderá a pacientes de la sanidad pública durante los próximos cinco o diez años, pero lo harán sin haber conseguido ayer un acuerdo para cerrar el ejercicio 2010.

Povisa recibe anualmente 73 millones por prestar este servicio y Sanidade plantea ya para este año un recorte del 5% de los fondos que se mantendría con su propuesta de congelación de tarifas para el nuevo convenio. La empresa se niega a aceptar la rebaja porque le acarrearía pérdidas de cuatro millones de euros solo en el año en curso, aunque la Xunta ve la resolución del confico "más próxima". Lo único seguro es que el encuentro de ayer para cerrar el concierto de 2010 permitió que el hospital entregase al Sergas la documentación que se le exigía para "justificar el desvío en el gasto farmacéutico de 5 millones de euros y los protocolos de gestión para reducir la lista de espera y el mencionado gasto en farmacia", apuntan desde el Ejecutivo gallego.

Técnicos autonómicos tienen ahora que analizar los expedientes desde el 1 de enero para determinar si está o no justificado el aumento del gasto en farmacia detectado en las cuentas de este año y el jueves ambas partes se reunirán de nuevo para intentar desbloquear las cifras.

Menos presiones

Este avance es indispensable para despejar el futuro del nuevo concierto, que el hospital quiere que se firme por ocho años y otros dos prorrogables. Tras la retirada ayer del ERE, desde Santiago ven la negociación que se retomará el lunes más "equilibrada" y celebran "poder negociar sin una fecha límite sobre la mesa" para la ejecución de los despidos.

Por ahora, el hospital los considera "en suspenso", aunque ayer la delegada de la Xunta en Vigo, Lucía Molares, fue mucho más tajante al asegurar que "ya no hay condición ni requisito que justifique la presentación de un ERE condicionado al mantenimiento del convenio con el Sergas". En teoría, la empresa no podría presentar un expediente por este motivo, aunque sí uno parcial sobre la plantilla necesaria para atender a sus clientes privados, que de presentarse "se analizaría como el de cualquier otra empresa. Eso no podemos impedirlo", reconoció ayer la portavoz autonómica, que instó a ambas partes a "sellar un acuerdo antes del 31 de diciembre. Por parte del Sergas hay voluntad", aseveró.