El Colegio Mayor Mendel, al que dos estudiantes vigueses denunciaron ante el Rectorado de la Complutense por las novatadas "vejatorias" a las que les sometieron determinados alumnos, ha expulsado "de forma cautelar" a cuatro estudiantes veteranos precisamente por llevar a cabo estas bromas desmedidas. Así lo confirmaron fuentes oficiales de la universidad madrileña a la que está adscrito el centro –masculino y de carácter privado–. La institución se desmarca por completo de estas prácticas y alega que su política "pasa por no tolerar en absoluto las novatadas". De hecho, el propio rector "pidió a la dirección del colegio mayor que informe y no consienta esos comportamientos". El director del Mendel no ha querido pronunciarse al respecto. "Se ha expulsado a cuatro alumnos mientras el colegio investiga los hechos", añaden desde la Complutense.

Los padres de los dos estudiantes vigueses aprueban la decisión tomada, pero recuerdan que los responsables del Mendel "solo han hecho lo que debían y lo que figura en la propia normativa del centro". "Es lo mínimo exigible porque responde a sus propias normas, que son muy claras", insiste la madre de uno de los dos jóvenes universitarios que sufrió "vejaciones y humillaciones" por parte de sus compañeros en el colegio madrileño. Ambos abandonaron el centro tras ser obligados a comer tierra, ser golpeados contra la pared y forzados a beber una mezcla de aceite, vinagre y champú, entre otras novatadas "extremas".

"Es una política de terror donde una serie de ´cafres´ le hacen la vida imposible a los chavales que llegan nuevos. Y eso es algo que no se puede consentir", censura la progenitora de un afectado. Esta madre se enteró de la expulsión de los alumnos veteranos por los propios medios de comunicación. "Oficialmente no nos han dicho nada", afirma. "Todavía estamos esperando a que el Rectorado nos dé una contestación a la denuncia que presentamos en la que solicitábamos que se tomasen medidas. Ahora ya es responsabilidad del centro decidir cuáles", agrega.

Los dos jóvenes vigueses son amigos desde niños y tienen dieciocho años. Llegaron al colegio mayor el 24 de septiembre y al día siguiente comenzaron a sufrir las novatadas. Avisaron a sus padres, que se habían quedado a pasar el fin de semana en Madrid, y el domingo 26 le comunicaron al director la gravedad de las bromas. "Le quitó hierro al asunto y nos dijo que algunos alumnos ya estaban apercibidos", lamenta una madres. "Regresamos a Vigo y a las tres de la madrugada mi hijo nos llamó para contarnos que le habían amenazado con quemarlo con un cigarrillo, que le habían retorcido los pezones, dado cabezazos contra la pared y obligado a ducharse en agua helada y salir al exterior. Y como se negó a beber alcohol, le hicieron ingerir con un embudo aceite, vinagre y champú", relatan los padres, quienes alertan que en el citado colegio mayor "es normal que los novatos vayan a Urgencias con coma etílico".

Tras haber pasado un "mal trago" y "una desilusión horrible", los dos estudiantes de Vigo solo quieren hacer borrón y cuenta nueva. Actualmente residen en un piso de alquiler en el capital. "Quieren olvidar esa experiencia y que no les pase factura en un futuro", declaran las mismas fuentes. "Fueron a Madrid con una ilusión tremenda y eso ya se ha frustrado. Querían disfrutar de las ventajas de un colegio mayor", concluyen.