El futuro de La Panificadora, una de las construcciones de mayor valor simbólico de Vigo, ahora en estado de completo abandono, da un vuelco. La Gerencia de Urbanismo aprobará el jueves la suspensión de licencias en todo el solar, –situado entre el Paseo de Alfonso y las calles Falperra, Cachamuiña y Santiago–, lo que bloquea la posibilidad de desarrollar el proyecto residencial, comercial y terciario que autoriza allí el Plan Especial del Casco Vello (Pepri). El Concello cambiará la calificación, además, a "mayoritariamente dotacional", ya que el fin que busca con la medida, según revelan fuentes del gobierno local, es alojar allí la Biblioteca Pública del Estado. El alcalde, Abel Caballero, justificó ayer la modificación al afirmar que La Panificadora "dejó una impronta en la ciudad, representa una de las reliquias más importantes de Europa en arquitectura industrial, y hay una gran demanda social que exige preservarla".

El PEPRI, aprobado en 2007, prevé para La Panificadora la firma de un convenio entre el Concello y las sociedades Montelouro, Vicus Gestión y Compañía viguesa de Panificación, propietarias del antiguo complejo industrial, construido en 1923 y el más moderno de España en la fabricación de pan por aquel entonces. El acuerdo solo protege los silos del actual complejo, mientras que el resto del ámbito podría derribarse para levantar edificios de cuatro, cinco, seis y siete plantas. El uso mayoritario, de hasta el 90%, sería residencial, y se incluye también el comercial y terciario. Los propietarios se reservarían la explotación como local hostelero de la última planta de los silos durante 50 años. El Concello recibiría la estructura a proteger ya rehabilitada y una zona dotacional, y se crearía además una plaza pública.

El alcalde y los responsables de Urbanismo mantuvieron en los últimos meses negociaciones con los dueños y hay un acuerdo "casi cerrado" de compra para que pase a manos del Concello, señalan fuentes municipales. Sin embargo, una "mínima parte", con el 10% de la propiedad, lo rechaza. Como primer paso se suspenderán las licencias, y de no lograr una solución, se expropiará el solar, de 7.000 m2.

La propuesta que irá el jueves al consejo justifica la intervención en varios factores: El "interés, singularidad y representatividad" del bien patrimonial; la demanda ciudadana de recuperarlo; la escasa protección del PEPRI; y, –reza textualmente–, "la falta de interés de las empresas propietarias por la ejecución inmediata de la actuación". Agrega el informe que "de la lectura de las certificaciones registrales se aprecia la complejidad de la operación por cuanto un gran número de fincas está gravada con cargas e incluso con notas de embargo".

La operación en marcha pretende dos objetivos. Por un lado resolver el problema de ubicación de la Biblioteca del Estado, para la que Caballero ya ha planteado cuatro ubicaciones: Praza do Rei, Escola de Artes e Oficios, Auditorio de Beiramar y la última de ellas Navia. Aunque el Ministerio de Cultura –que financia la obra– aceptaría esta última, La Panificadora se considera más adecuada y oportuna, además de situarse en el centro.

La otra finalidad es recuperar La Panificadora, un complejo muy querido en Vigo, que en los últimos años ha sufrido además varios incendios que calcinaron más de 1.000 m2, y corre riesgo de perderse definitivamente. La biblioteca se proyecta como un edificio de nueva planta en una parte sin ocupar, mientras que los silos y demás edificios se rehabilitarían. Faltaría por definir los usos de estos. En todo caso serían "culturales o sociales", indican las citadas fuentes, y también se sopesa la concesión de espacios para actividades privadas vinculadas al comercio y la hostelería.

Diferentes colectivos reclaman la conservación y rehabilitación de La Panificadora. El propio convenio del PEPRI la señala como "pieza de indudable valor en tanto que muestra de arqueología industrial, y también como faro de gran referencia visual del Casco Vello y, por ello, de la ciudad".