Catorce años de incertidumbre a punto de llegar a su fin. La Gerencia de Urbanismo otorgará el jueves una nueva licencia a las dos torres de García Barbón y de manera automática presentará ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) un "incidente de inejecución" para evitar el derribo ordenado en la sentencia de octubre de 1996. Este fallo anulaba el estudio de detalle del ámbito donde se construyeron esos inmuebles y ordenaba su demolición por superar el volumen de edificabilidad y de plantas contemplado en el Plan Xeral de 1993. Más de una década después, la entrada en vigor del nuevo planeamiento urbanístico permitirá salvar las 178 viviendas.

Un mes después de que el gobierno local diera el visto bueno al proyecto de adaptación al actual PXOM presentado por la promotora Ifer, técnicos de Urbanismo emitieron el 13 de octubre el informe jurídico que "permite la legalización del edificio García Barbón 62". Este documento era el último peldaño administrativo que necesitaba la empresa para obtener una nueva licencia, condicionada no obstante a que el alto tribunal gallego dé el visto bueno al nuevo permiso y emita un nuevo auto anulando la orden de derribo de 1996.

El Concello confía en que la decisión no se demore "mucho más de dos o tres meses", pues hasta ese momento no podrá completar el proceso de legalización y otorgar la licencia de ocupación con la que respirarán tranquilos los dueños de las viviendas.

Pese a la incertidumbre de los afectados, el trámite crucial es la concesión de una nueva licencia al edificio el próximo jueves 21. Se otorga supeditada a una posterior comprobación por parte de Urbanismo de que la promotora ourensana realizó efectivamente unas pequeñas obras de adaptación al nuevo PXOM presupuestadas en 217.000 euros, una cantidad ínfima en comparación con los 8,7 millones del proyecto constructivo inicial y la indemnización millonaria que tendría que afrontar el Concello por haber otorgado licencia a los propietarios. Como referencia, en el caso de Jacinto Benavente, con otras 178 viviendas, los técnicos municipales estimaron que el desembolso para la administración local podría llegar hasta los 50 millones de euros.

El nuevo planeamiento ampara las 17 plantas que se erigen por encima de la sede del Círculo de Empresarios de Galicia, en lugar de las 16 que contemplaba el Plan Xeral de 1993. La altura de las torres es de 69,5 metros y se encuentran por debajo de los 74,5 que permite la actual normativa. Lo único que exige el Plan Xeral es adaptar la distribución de los núcleos generales de las escaleras y cumplir con las directrices de prevención en caso de incendio. Las reformas previsiblemente no se ejecutarán hasta que el Tribunal Superior confirme que son suficientes para legalizar el inmueble, tal y como sostiene el Concello.

Ya en la última fase del proceso, desde Urbanismo insisten en que las torres de García Barbón "no suponen ningún pelotazo ni irregularidad administrativa. Se trató de un error en la tramitación del Pxom de 1993", aseguran fuentes municipales, que subrayan que "el edificio encaja con los ámbitos por desarrollar en la Metalúrgica y Canadelo. De volver a plantearse, hoy se construiría lo mismo que hay", sostienen rotundos.