La misión liderada por la Universidad de Vigo que determinará la naturaleza del yacimiento de gas situado bajo el Gran Burato ultima sus preparativos a bordo del Sarmiento de Gamboa para su salida inminente del muelle vigués. A última hora de ayer, los responsables de la campaña desconocían si podrían partir esta tarde o tendrían que posponer la salida hasta la mañana del domingo.

El Sarmiento atracó en la ciudad en la noche del jueves de regreso de otra expedición científica, por lo que han dispuesto de poco tiempo para embarcar el material y poner a punto los equipos.

Una vez abandonen el puerto vigués y tras atravesar el transitado corredor de Finisterre, el buque alcanzará su destino después de doce o quince horas de navegación y podrán empezarán los trabajos de prospección sísmica liderados por los catedráticos Daniel Rey y Belén Rubio. El equipo ha creado un blog en el que darán a conocer el día a día de la misión.

La expedición deberá regresar a Vigo "entre los días 26 y 28" para desembarcar el instrumental técnico utilizado en la prospección sísmica y cargar los equipos necesarios para los muestreos geológico y biológico previstos. "Estaremos un tiempo mínimo antes de volver al Gran Burato y la misión finalizará el 2 o el 3 de noviembre", explica Daniel Rey.

El Gran Burato o "4242GGPM" está situado a doscientos kilómetros al noroeste de las costas de Vigo y su cráter, con un diámetro de cuatro kilómetros, se encuentra a una profundidad de entre 1.700 y 1.800 metros.

En el equipo científico, compuesto por una veintena de expertos, también figura personal de las universidades de Granada y Aveiro, el Instituto Español de Oceanografía y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra del CSIC. Los integrantes del grupo Geoma prestarán su apoyo desde el campus.

Cautela

Los científicos utilizarán sofisticados equipos de adquisición sísmica para realizar un mapa topográfico de la zona y también recogerán muestras de la columna de agua y de sedimentos. Los datos recogidos podrían suponer una primera pista la magnitud del yacimiento, pero los geólogos son cautos.

"Las expectativas están un poco sobredimensionadas. Esta misión está muy lejos de determinar si es viable la explotación económica. Esto tendrá que valorarse en una segunda fase que requeriría la utilización de un buque sísmico y supondría multiplicar por mil o por cien el gasto que ha supuesto esta campaña", advierte Daniel Rey.

La Consellería de Industria costea la misión con 450.000 euros y sus responsables ya han manifestado sus intenciones de "llegar hasta el final".