La Policía Local de Vigo detuvo en sólo siete horas a tres conductores con claros síntomas de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas: dos se negaron a realizar la prueba de alcoholemia y un motorista que se cayó ante una patrulla quintuplicó la tasa máxima permitida.

El primer arresto se produjo a las 07.00 horas de ayer tras un siniestro en Buenos Aires con la AP-9. Uno de los conductores, L.J.M., vigués de 22 años, se negó finalmente a someterse a la prueba de alcoholemia y fue arrestado. A las 11.15 horas un motorista que iba por Martínez Garrido se cayó ante una patrulla de la Policía: al ir a atender a S.B.R., de 46 años, vieron que parecía ebrio y al hacerle la prueba dio tasas de 1,39 y 1,41. Y a las 14 horas el conductor de un turismo se empotró contra la fachada de una casa en Manuel Cominges: pese a presentar síntomas, O.L.L., de 26 años, se opuso a la prueba de alcoholemia.