El Auditorio muta su imagen a diario. La constructora trabaja a contrarreloj para concluir el edificio en enero, el plazo que comprometió el Concello, y las obras se encuentran en su cénit, con casi 300 operarios y técnicos en el solar de Beiramar en jornadas de dos turnos, según fuentes de las empresas, una unión de sociedades liderada por Sacyr y Caixanova. El exterior del hotel de 120 habitaciones está prácticamente terminado, y el interior ya en fase avanzada, mientras que en el edificio del Palacio de Congresos los obreros apuran los trabajos para concluir las fachadas –fabricadas en acero y vidrio– y las cubiertas antes del otoño para evitar que la temporada de lluvias provoque contratiempos y afecte al calendario.

La obra superó una de sus fases más complejas: la instalación de las redes de servicios –cableado, agua, saneamiento, refrigeración...–. "Es muy laborioso y requiere de mucha coordinación", explican fuentes de la adjudicataria. Los obreros trabajan también en la colocación del suelo de madera de la sala principal, con capacidad para 1.500 espectadores, y del acceso al patio de butacas. El edificio tendrá una segunda sala, que en el proyecto inicial se planteaba como un auditorio de 500 butacas pero con el recorte de tamaño –el complejo de Beiramar pasó de 85.000 a 45.000 metros cuadrados al ajustarse el presupuesto– se ha transformado en un espacio polivalente. Por ahora está en la fase de hormigonado del pavimento. "Podrá utilizarse para conferencias, exposiciones u otros actos", prosiguen las citadas fuentes.

En la planta baja se realizaron en los días pasados pruebas de iluminación de los grandes pilares de entrada al Palacio, donde también pueden organizarse actos, ya que las escaleras de acceso sirven de graderío.

Terraza mirador

En la cubierta-mirador –con vistas que alcanzan las Islas Cíes–, los obreros instalan el suelo con placas de granito, y un lucernario. Allí se abrirá un restaurante de 70 metros cuadrados. El proyecto de Beiramar, diseñado por César Portela y con un presupuesto de 87 millones, incluye también cafetería al nivel de la sala principal, bajo una zona de oficinas. La planta baja se destinará a superficie comercial, como se planteaba en principio, una vez descartada la instalación allí de la biblioteca estatal.

Aunque el proyecto inicial preveía la posibilidad de conectar los dos edificios, –el Auditorio y el hotel–, finalmente quedará una plaza abierta entre ambos. Los concesionarios del establecimiento hotelero, la cadena gallega Carrís, trabajan con la misma fecha de inauguración que el resto del complejo, y en su web ya anuncian el establecimiento vigués entre sus próximas aperturas. El edificio tendrá 120 habitaciones y ocho suites de lujo.