Enfermos y mayores que el domingo no podrán asistir a la procesión ayer se dieron cita en la Colegiata con el Cristo. La cofradía del Cristo de la Victoria organizó una misa a las 17.30 horas para todas aquellas personas que por problemas de salud no podrán hacer el recorrido. Además de todos los fieles que acudieron por su cuenta, dos autobuses trasladaron hasta la concatedral a personas desde el Centro de los Misioneros de Teis y el de Santa Marta.

La mayoría de los asistentes a la misa acostumbraban a hacer el recorrido pero su devoción se vio interrumpida por problemas de salud. "No puedo participar en la procesión porque ando con muletas pero me encantaría", asegura Joaquina González una de las fieles que ayer acudió a la misa. González lleva 12 años sin participar en la comitiva, desde que sus problemas de salud se agravaron. "Pero que no vaya a la procesión no significa que no guarde fe en el Cristo. Eso nunca se pierde", añade la devota. La misa estuvo asistida por medios sanitarios y se habilitaron acceso para la entrada de personas con discapacidad.

Las peticiones al Cristo no sufren variaciones. La salud continúa siendo la principal plegaria. "Cuando iba a la procesión siempre le pedía salud para mi y para los míos, y ahora con más razón", asegura Joaquina Nuevo que lleva 10 años sin participar en la comitiva. José Bande también pide salud y asegura que para el fue muy duro cuando decidió que nunca más podría participar en la procesión pero "uno ya no está para esos trotes, y hace tres años tomé la decisión de no asistir", señala.

Los actos en honor al Cristo se multiplican estos días hasta llegar a la punto culmine el domingo con la procesión. Hoy al mediodía la cofradía celebra una comida en el club de campo a la que asistirá el pregonero Vicente Sierra, el alcalde Abel Caballero, el encargado del estandarte que este año es el presidente de Citroën Pierre Ianni y los directivos de la cofradía. Mañana a las 13.30 horas Vicente Sierra leerá el pregón en el Pazo de Castrelos y el sábado se celebrará el descendimiento del Cristo del altar para subirlo al carro en el que recorrerá la ciudad. Tendrá lugar después de los oficios de la última novena que es a las 20.00 horas del sábado.

El domingo es el día grande y comienza a las 12 de la mañana con la misa solemne a la que acuden fieles y altos cargos vigueses. A lo largo del día muchos devotos harán el recorrido y se acercarán hasta la Colegiata. Pero la procesión oficial comienza a las 19.30 horas. Varias pantallas instaladas en la puerta de la colegiata retransmitirán todos los actos que tienen lugar en la iglesia desde el descendimiento del Cristo el sábado.