Imagen insólita en dependencias municipales. El calor "asfixiante" acumulado en la torre de Praza do Rei ayer a mediodía obligó al gobierno local a redactar de urgencia un decreto que autorizaba a los funcionarios a abandonar el edificio a la una de la tarde, 60 minutos antes del final de la jornada reducida de verano, que concluye a las 14.00 horas. La avería del martes en uno de los dos transformadores eléctricos del consistorio, que impide emplear el aire acondicionado, convirtió el inmueble en una auténtica pesadilla, con temperaturas que rozaban los 40 grados. "Hacía un calor infernal y en esas condiciones no podíamos pedir a los trabajadores que continuaran en las oficinas", reconoció el concejal de Régimen Interior, Carlos López Font, tras redactar la circular que acortaba la jornada de los funcionarios.

"Sin refrigeración, las condiciones eran insoportables y la propia lonja, donde los ciudadanos realizan trámites, estaba sobrecalentada". Estas fueron las razones que llevaron al alcalde, Abel Caballero, a reunirse con el edil socialista y tomar una decisión que comunicó a mediodía por teléfono al presidente del comité del empresa del Concello, Dámaso Alonso, para que diera traslado a todos los servicios municipales.

El decreto, publicado a las doce de la mañana, informa a los trabajadores de la autorización para abandonar las oficinas una hora antes "como consecuencia de la urgente realización de los trabajos de mantenimiento en la instalación eléctrica del Concello". En cuanto fue posible, la mayoría de los trabajadores salieron al exterior, aunque gobierno local y sindicatos pactaron un retén mínimo para garantizar la atención al público hasta las 13.30 horas. "Hubo una persona en servicios generales y otra en información para atender cualquier solicitud, aunque las molestias fueron menores porque en julio y a esas horas la afluencia de público es mínima", explicó Font al final de la jornada.

El servicio de Electromecánicos intentó durante toda la mañana resolver los daños ocasionados por la sobrecarga del martes en uno de los antiguos transformadores municipales debido al uso intensivo del aire acondicionado, pero mientras se realizan los trabajos se mantiene vigente la orden de no conectar el sistema de refrigeración, lo que dificulta las condiciones en un edificio de once alturas que recibe directamente el sol desde primera hora de la mañana.

Sólo tres dependencias tenían permiso para conectar el aire acondicionado con normalidad: la emisora de la Policía Local, con atención 24 horas; el servicio de Informática, en la planta séptima del consistorio y donde se custodian los servidores con toda la información sensible fruto de la gestión municipal; y el laboratorio, que almacena muestras de agua recogidas y los residuos que requieren unas condiciones ambientales mínimas para su conservación.

La de ayer fue una situación "excepcional" y el permiso para abandonar el concello antes de hora tenía vigencia de un sólo día, aunque desde el gobierno local reconocen que de mantenerse hoy las restricciones en el uso del aire "habría que adoptar nuevas medidas o prorrogar el decreto a la espera de resolver la avería eléctrica o de que bajen las temperaturas". Según Meteogalicia, éstas se mantendrán por encima de los 30 grados por lo menos hasta el sábado.

"La situación era complicada y cada uno aguantaba como podía, con ventanas abiertas y abanicos", explicó el presidente del comité de empresa, Dámaso Alonso. El portavoz de los trabajadores urge una solución al problema de las elevadas temperaturas en verano, mientras el jefe de Electromecánicos, Álvaro Crespo, explicaba que "se intenta solventar el problema redistribuyendo las cargas de los dos transformadores del edificio", con más de 30 años. Pese al excesivo calor, el problema informático que el martes inutilizó los ordenadores del Concello quedó solucionado y ayer no se registraron incidencias en los equipos ni en la web municipal.