Un estudio novedoso, original y necesario. Así presentó La Historia del Léxico Jurídico, el magistrado de la Sección sexta de la Audiencia Provincial, Julio Picatoste Bobillo. Un trabajo de la autoría de la catedrática de la Universidad de Vigo, María do Carmo Henríquez y el magistrado de la Audiencia Nacional, Enrique De No Alonso Misol, que supone la inmersión en las profundidades de siglos atrás –desde el VIII a nuestros días– para ver cómo sobreviven argumentos legados por el Derecho Romano en sentencias dictadas en las cuatro salas del Tribunal Supremo. El presidente de la Audiencia Provincial de Pontevedra, Javier Menéndez Estébanez; el fiscal jefe, Juan Carlos Aladro; y el decano del Colegio de Abogados, Alfonso Álvarez Gándara, acompañaron la presentación, seguida por muchos magistrados.

Los ex jueces decanos Julián Sansegundo y Antonio Romero y el actual, Germán Serrano, asistieron, como la decana de la facultad de Derecho, Ana Pita; el decano de los Procuradores, Manuel Castells y la presidenta del Consello Consultivo, Mª Teresa Conde Pumpido.

"Las reglas enunciadas en latín forman parte de nuestras herramientas", reflexiona Picatoste, "nos acusan de fríos y distantes pero elaborar nuestros textos entraña mucha dificultad". En su opinión, el libro constata que cada vez las sentencias usan menos latinismos con el afán de hacerse más entendibles y puede haber una tendencia a la vulgarización, "ante cierto temor absurdo a ser cultos, creyendo ser pedantes". El libro constituirá, a partir de ahora, una guía alternativa a los diccionarios jurídicos.

El magistrado distingue la modernización del lenguaje administrativo, que se emplea para los citados o juzgados, del de una sentencia. El Consejo de Ministros aprobó en diciembre la creación de una Comisión de Modernización del Lenguaje Jurídico con académicos, periodistas y profesionales jurídicos para analizar la situación del lenguaje empleado por los profesionales del Derecho y que sea más comprensible para la ciudadanía.

"Es un documento técnico" y debe de plantearse en esos términos", defiende, "sería muy difícil de traducir al lenguaje de la calle y es inevitable utilizar conceptos originales". De este modo, el trabajo sobre el tratamiento de sentencias en el Tribunal Supremo incluye también un compendio léxico. El tan actual término "cohecho" está en las Cortes de Burgos, en el siglo XIII, asegura la autora, o "pleito", en el XII.

La expresión Dura lex, sed lex ( ley dura, pero ley) con la que muchos alumnos se bautizaron en latín en el instituto no es más que una muestra de que pocos campos como el jurídico conservan tan intactas las fuentes de las que han bebido. Y la Historia del Léxico Jurídico constituye una confirmación científica.

Al menos 350 máximas jurídicas que fueron construidas en su día en latín durante la Edad Media siguen vivas en sentencias de 2010, junto a otras tantas 700 reglas heredadas del Derecho romano. El libro ya había sido presentado en el Club Financiero de Madrid, con notable asistencia de magistrados, y también en la ciudad de Ourense.