Las sospechas de los investigadores se cumplieron y efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (Geas) de la Guardia Civil localizaron ayer cuatro cartuchos de dinamita, con un peso de 152 gramos cada uno; así como un detonador y un trozo de mecha lenta que se encontraban fondeados bajo el mar en las proximidades de la dársena 2 del Puerto de Vigo, donde amarra la flota de cerco.

La redada desarrollada hace una semana en el muelle vigués de O Berbés contra el uso de dinamita en la pesca de sardina, que se saldó con 12 detenidos (cuatro de ellos en prisión) y la incautación de 120 kilos de dinamita en Vigo y Portonovo, así como un millar de detonadores, pilló por sorpresa a armadores y tripulantes de los barcos investigados, pero algunos lograron deshacerse de los explosivos tirándolos al mar antes del registro de los pesqueros.

El operativo desarrollado ayer comenzó sobre las 13.00 horas y, algo más de una hora después, los buzos del Geas encontraron la mecha lenta. Minutos más tarde, recuperaban los cartuchos de dinamita (similares a los intervenidos el pasado día 20) y el detonador, todo ello a unos 5 metros de profundidad, pegado a la dársena 2, justo en el lugar donde estuvo amarrado el Nuevo Herminia III el día de la redada. El patrón y el armador de este pesquero fueron detenidos aquel día y quedaron libres con cargos tras declarar en el Juzgado de Cambados. Tres marineros del mismo barco fueron detenidos inicialmente con ellos, pero quedaron en libertad sin cargos en las dependencias de la Guardia Civil y no tuvieron que declarar ante el juez.

Los explosivos hallados ayer en el Puerto de Vigo se encontraban "tirados en el fondo" y "a la vista", y quedaron inutilizados al ser arrojados al mar, aunque el detonador todavía podría funcionar, según fuentes de la investigación.

Dos buzos del Geas –con base en A Coruña y que la víspera rastrearon el río Miño en busca de un desaparecido– con el apoyo de otros dos agentes en una zódiac y de efectivos del Tedax, del Seprona y del Servicio de Información de la comandancia de Pontevedra en tierra, recorrieron palmo a palmo los fondos de la dársena de O Berbés durante una hora hasta que localizaron los explosivos, a la vez que realizaban un reportaje fotográfico bajo el agua. Entre mújeles y lodos localizaron finalmente los 600 gramos de dinamita.