Dispuesto a dar "un golpe de timón", el líder de la oposición aspira al Rectorado con una política centrada en las personas frente a los proyectos urbanísticos del actual gobierno que están "sangrando" a la Universidad.

–El Gobierno acaba de anunciar un recorte histórico en el sueldo de los funcionarios, ¿tendrá que apretarse mucho el cinturón próximo rector?

–La Universidad siempre tiene que ser un modelo de austeridad y eficiencia en la gestión de los recursos públicos. Pero en unas fechas como las que vivimos, la austeridad es un valor simbólico e imprescindible. Una política expansiva en el gasto sería de todo punto inaceptable. Me parece ridículo, incluso obsceno, que mi advesario diga que va a conseguir unas cantidades astronómicas. La Xunta tiene poca sensibilidad con la Universidad y está dando señales de que va a ser demasiado cicatera en el plan de financiación. Tenemos que demandarle más compromiso, pero este candidato sabe que va a gestionar una universidad con recursos escasos y que el gasto debe ser eficaz, eficiente, transparente y equitativo.

–Mato tilda de "calderilla" los 500.000 euros que ustedes ahorrarán recortando altos cargos.

–El ahorro en altos cargos es señal de buena gobernanza, pero hay muchos sitios donde recortar. Las externalizaciones y un gasto excesivo en proyección urbanística están sangrando a la Universidad. Me pregunto si el teatro incluido en el edificio administrativo de Ourense, que cuesta cuatro millones de euros, es una prioridad. Hay que poner los recursos donde son más imprescindibles y para nosotros lo son las políticas de personal. Alternativa nos lega un proyecto arquitectónico para el campus de Vigo, yo quisiera legarle a mi sucesor un proyecto de plantilla que valga hasta 2035.

–¿Son factibles estas políticas de bienestar en el contexto económico actual?

–No siempre implican una inversión fuerte, sino una reordenación de la gestión. ¿Por qué los profesores sólo podemos irnos de vacaciones en agosto y por qué no existe una jubilación flexible o guarderías? Somos muy conscientes de las circunstancias económicas, pero esto es más prioritario. Para que nosotros trabajemos y produzcamos bien y la investigación y la transferencia mejoren lo primero es tener condiciones razonables. Somos privilegiados, es verdad, pero eso no es incompatible con que esta Universidad nos sitúe en posiciones de incomodidad.

–Se va a abrir el mapa de títulos y ya ha dicho que no se empeñará en pedir Medicina.

–No puede ser una prioridad en los tiempos que corren. Yo le exijo a las otras dos universidades y a la Xunta lealtad institucional en el mapa de titulaciones. Los próximos cuatro años tenemos que hacer una definición estratégica de nuestra oferta de posgrados. Será nuestra tarjeta de visita. Hay que establecer una formación de posgrado profesionalizante, que consiga la empleabilidad de nuestros titulados y, sobre todo, que responda a las necesidades de su entorno social.

–Los dos programas hacen énfasis en la empleabilidad.

–Esta universidad no sabe nada de sus titulados y tiene una oficina de orientación al empleo quea nadie conoce. Y ahora es como si Alternativa renegase de su pasado y supiese lo que hay que hacer. La empleabilidad es nuestra principal función, hacer que nuestros titulados mejoren en sus carreras profesionales.

–Desde Alternativa le reprochan que sólo hable de pasado.

–Me parece una acusación ridícula. Alternativa no tiene ningún modelo de carrera profesional y nosotros queremos mejorar la investigación, pero en todos los ámbitos para que a los pequeños grupos se les considere mejor. Debe haber una estrategia global en la que todos tengan las mismas oportunidades. En los primeros seis meses haremos un reglamento profesional. Va a haber una hoja de ruta en lugar de la política actual de silveiras.

–¿Contempla en el horizonte una fusión de las universidades?

–No. Lo que hay que hacer es establecer un marco de cooperación más estable y estructurado. Qué pena que los tres rectores actuales sólo cuando están acabando sean capaces de lanzar una señal de cierta unidad de criterio. Pero antes, esto ha sido una riña de patio de colegio.

–¿Nota ansias de cambio?

–Llevamos muchos meses trabajando porque necesitábamos que la gente creyese que podíamos ganar. Hoy somos una opción por la que apuesta la mayoría y no por querencia, sino como creencia. Está claro que somos favoritos.

–Critica la desconexión con las instituciones y empresas.

–Muchas veces he sido la primera persona que ha ido a visitarlos. Hay personas que han tenido cargos, pero no los han desempeñado. No se trata de que el rector sea un figurante, sino de que la Universidad esté más presente en la sociedad y viceversa. Lo curioso es que hay un reconocimiento implícito por parte de mi rival de que esto se ha hecho mal.

–¿Aumentará la participación estudiantil gracias a su intensa campaña en internet y las redes sociales?

–Estamos haciendo un esfuerzo ímprobo, pero la campaña institucional de participación se hizo tarde. Vamos a mejorar la participación del alumnado y estoy convencido de que un mayor porcentaje redundará muy en beneficio de mi candidatura. A veces se nos acusa de cierta frivolidad en la campaña, de la que por cierto no renuncio absolutamente de nada y se la he confiado a profesores de esta casa, pero tenemos un programa solvente y muy trabajado.

–¿El gesto del dedo en la cabeza se inspira en la ceja de Zapatero?

–Fue una estrategia de los profesores. Había que visular el eslógan de alguna forma e indicar proximidad y personas. El lema +KBZA se hizo con lenguaje sms para ser vás visible entre los estudiantes. Ése es todo nuestro pecado.

–Ha sido muy crítico con su rival por el vídeo de la falsa amante.

–Sólo quiero añadir que la postura de mi rival es una alegoría de lo que sería su gobierno: quien tira la piedra esconde la mano.