Vigo da hoy su primer paso para convertirse en puerto base de cruceros, con la salida del buque Grand Voyager desde la terminal de trasatlánticos, y los empresarios hoteleros ve en este evento una oportunidad para fortalecer el sector. Su patronal estima en torno a un 10% el incremento del turismo en la ciudad y las Rías Baixas si las navieras apuestan por Vigo como punto de salida de sus grandes buques de pasajeros.

El Grand Voyager sale esta tarde a las seis. La Asociación de Empresarios de Hostelería de Pontevedra considera que el acontecimiento es "un hecho histórico que abre muchas expectativas de turismo de calidad en la comunidad autónoma". Un tipo de visitantes por los que el sector "lleva muchos años apostando", agrega su presidente, José Manuel Barbosa. Por ello, la entidad hace un llamamiento a todos los organismos públicos "para que colaboren a la hora de potenciar el puerto vigués como base de cruceros".

La oportunidad pasa porque los viajeros pernocten varias noches en la ciudad antes de la salida, de tal modo que inicien sus vacaciones en Vigo y dejen así beneficios en sus jornadas de estancia. Los hoteles ofrecerían paquetes completos a precios competitivos para captar a los cruceristas. "Es un momento clave que tal vez no vuelva a repetirse y es necesaria la implicación de todos", añade Barbosa.

Los pasajeros del viaje inaugural proceden mayoritariamente del área de influencia de Vigo y de otros puntos de Galicia. El sector opina que esta circunstancia "debe servir de aliciente para trabajar con el objetivo claro de que a medio plazo estos buques puedan captar viajeros en otros puntos de España y Portugal".

El resultado sólo será posible, en opinión de los empresarios, con ambiciosas campañas de promoción en las que deben participar las administraciones. Si Vigo se consolida como puerto base, repercutirá a medio plazo "en la creación de empleo y riqueza", añade Barbosa.

"Galicia en general y las Rías Baixas en particular cuentan con infraestructura suficiente para atender este turismo de calidad", expone el presidente de la patronal, quien agrega que es imprescindible "captar visitantes y fidelizarlos" a través de los atractivos del paisaje, la cultura y la gastronomía. "Que Vigo sea puerto base es una opción que no podemos desaprovechar, sobre todo en momentos como éste, en los que resulta más necesario que nunca optar por fórmulas imaginativas".

El Patronato de Turismo Rías Baixas, ente dependiente de la Diputación, ha emprendido una campaña para promocionar la provincia en mercados de proximidad. La asociación elogia la iniciativa. "Es un marco más que adecuado para ofrecer como recurso el turismo de cruceros", apostilla el presidente de los hoteleros.

El "Grand Voyager" embarca a 800 pasajeros, y hoy recalan dos buques más

La vieja ambición de que el puerto se convierta en terminal de cruceros toma forma hoy, con la primera escala del buque de Iberocruceros Grand Voyager. El barco se espera a primeras horas de la mañana para recoger el primero de 22 contingentes de cruceristas. Con una frecuencia básicamente semanal realizará rutas hasta el próximo 14 de septiembre desde la estación marítima. El acontecimiento de hoy será la confirmación de lo que hace un año manifestaba el presidente de la Cruise Europe Conference, Dirk Moldenhauer, en asamblea celebrada en Vigo, asegurando que la ciudad lo tiene todo a su favor para convertirse en puerto base en el mercado español.

Pero el Grand Voyager no estará solo, ya que también hoy será el primero de los tres días del año en el está previsto el atraque simultáneo de tres cruceros. El Queen Victoria, de 90.094 toneladas y 294 metros de eslora, traerá a bordo alrededor de 2.000 pasajeros. El Artemis, de 44.588 toneladas y 212 metros de eslora, se convertirá en el mayor de los buques que han amarrado en el muelle de Comercio. Ello es posible gracias a los trabajos de dragado realizados el pasado año. Finalmente está previsto que llegue el Grand Voyager, de 24.391 toneladas y 180 metros de eslora, para embarcar unos 800 cruceristas, la mayoría gallegos, que disfrutarán de un mini-crucero de 4 noches en aguas del Atlántico con visitas a Lisboa, Tánger y Praia da Rocha. El buque regresará el miércoles a Vigo para un nuevo embarque de pasajeros que en esa oportunidad zarparán hacia Madeira y Canarias dentro de un itinerario de una semana de duración.

"Independence" y "Saga"

Como aperitivo a la histórica jornada, ayer coincidieron en Vigo los cruceros Independence of the Seas y Saga Ruby. El primero regresaba a Vigo después de su última visita a finales de 2009. Lo hacía sobre las 08.30 horas procedente del Caribe vía Azores, Madeira y Lisboa, dentro de un viaje de posicionamiento a Southampton, donde fijará su base. A bordo traía 3.476 pasajeros y 1.367 tripulantes que abandonaron la ciudad a las cinco. A las 09.30 atracaba a popa del primero el Saga Ruby, que hacía su segunda escala en la terminal viguesa en tan solo cuatro días. El barco llegó en ruta de Southampton a Valetta (Malta) conduciendo 510 pasajeros británicos y 405 tripulantes, que acaban de iniciar un crucero en el que por espacio de un mes surcarán tanto el Mediterráneo como el Mar Negro con visitas a puertos de Grecia, Bulgaria, Rumania, Ucrania, Rusia, Turquía, España y Portugal.