Partir de cero. Es la intención que tiene la Consellería de Infraestructuras para el proyecto de ampliación del túnel de Beiramar desde O Berbés hasta la rotonda de la calle Coruña. La decisión se adoptará la próxima semana, cuando el conselleiro, Agustín Hernández, se reúna con los máximos responsables de la Autoridad Portuaria para "encajar" las alegaciones que en su día presentó el Puerto al proyecto elaborado por el gobierno bipartito.

Un proyecto que la actual consellería considera "inviable", dadas las afecciones que produciría a la logística del puerto, según se ponía ya de manifiesto en aquella alegación, que firmó el anterior presidente portuario, el socialista Jesús Paz.

Fuentes oficiales de la consellería indicaron que "lo que se haga en esa zona de Vigo debe ser algo que tenga el visto bueno tanto del Puerto como de los usuarios del mismo, en definitiva que no afecte a la logística de la mayor zona de desarrollo económica de la ciudad".

Las mismas fuentes fueron más contundentes al señalar que "lo que había no se hará, porque no vamos a realizar una obra que no sirve".

A partir de ahí, y tras la reunión de la próxima semana con la Autoridad Portuaria, el departamento autonómico de Infraestructuras iniciará los trabajos para la redacción de un nuevo proyecto para la ampliación del túnel de Beiramar. "Los técnicos evaluarán si se puede aprovechar algo de lo que ya se había hecho", señalan en Santiago. La consellería, además, no descarta mantener reuniones con los usuarios de las instalaciones portuarias para contar con sus opiniones a la hora de redactar el nuevo proyecto.

El anterior planteamiento de la ex conselleira socialista María Xosé Caride, pasaba por construir un túnel desde el paso subterráneo de O Berbés hasta la entrada de los astilleros de Barreras, en Beiramar, con una longitud de 1,3 kilómetros y dos carriles en cada sentido. Por encima del túnel se proyectaba un aparcamiento subterráneo a todo lo largo de la avenida de Beiramar, y en superficie se dejaba uso peatonal hasta los límites del los muelles portuarios.

La solución fue alegada, además de por el Puerto, por el Concello y todas las asociaciones de usuarios del recinto. Tanto la Autoridad Portuaria como los colectivos empresariales consideraron que la propuesta del anteproyecto dañaba de forma irreparable la logística de la terminal portuaria al tiempo que impedía el normal tránsito de los transportes especiales que llevan piezas hasta la terminal viguesa.

La afección a la logística portuaria es lo que llevado a la consellería a reconsiderar todo el planteamiento.