Dos semanas después de detectarse la intoxicación con tranquilizantes de al menos seis bebés en una guardería de Navia, de los que cuatro fueron ingresados en el Hospital Xeral aunque a ninguno le han quedado secuelas, el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo, encargado de las diligencias, comenzará a tomar declaraciones para intentar esclarecer quién, cómo y durante cuánto tiempo se suministraron sedantes a algunos de los más pequeños de este centro infantil.

La juez ha citado en calidad de imputada a la ex cuidadora del aula de bebés de A Camelia despedida tras detectarse la intoxicación de los niños con benzodiacepinas, un grupo de fármacos depresores del sistema nervioso central (SNC) que funcionan como tranquilizantes o hipnótico-sedantes. La ex empleada prestará declaración hoy mismo en sede judicial asistida por un abogado, confirmaron fuentes cercanas al caso.

La joven, sobre la que el letrado que representa a la guardería, Javier Pasqual, señaló en su día que existía “una línea de sospecha” de la Policía sobre ella, se desvinculó de lo ocurrido en la declaración que prestó en comisaría, como adelantó FARO. Entonces negó haber administrado fármacos o sedantes a los pequeños y afirmó que durante las dos semanas que llevaba trabajando allí -en sustitución de otra trabajadora que se encontraba de baja- se limitó a cumplir las órdenes de la dirección en todo momento.

La ex cuidadora no será la única en comparecer en el juzgado. También se prevé que tengan que testificar en breve la directora de la guardería y otras trabajadoras del aula de bebés clausurada por orden judicial tras detectarse la intoxicación de los niños. Asimismo, personal judicial se puso ayer también en contacto telefónico con padres de los pequeños afectados por la sedación para citarles para las próximas semanas.

Las declaraciones en el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo comenzarán pendientes del resultado de los análisis de las muestras de sangre y orina de los bebés enviadas al Laboratorio Nacional de Toxicología, y que resultarán claves para la investigación ya que podrían arrojar datos sobre el fármaco utilizado y determinarán si se trata de una ingesta puntual o continuada durante varios días, como parecen indicar las visitas al pediatra de los menores. Uno de ellos, de siete meses de edad, permaneció en la UCI varios días en estado crítico.

“Puntitos” rojos en la cara

En cuanto al número real de bebés sedados, también habrá que esperar al resultado de los análisis, pues algún padre de niños del aula afectada, que inicialmente no dieron restos de benzodiacepinas en los análisis de orina, sí habían detectado en días anteriores a destaparse el caso algunos síntomas que después se supo que podrían ser consecuencia de la intoxicación, como “puntitos” rojos en la cara, atribuidos al esfuerzo por los vómitos o los llantos, según informó ayer un progenitor.

Por otra parte, al menos algunas de las familias de los bebés afectados tienen claro que sus hijos no volverán a la guardería A Camelia y en algún caso ya cuentan con plaza para ellos en otros centros, a donde ya acuden con normalidad los pequeños. La clausura, por orden judicial, de las dos aulas de niños de 0 a 1 años en el centro infantil de Navia donde se focalizó la sedación ha llevado también a las familias de los alumnos que no resultaron intoxicados a buscar guarderías alternativas ya que desconocen cuando volverá a autorizar el juzgado vigués la apertura de las dependencias.