Trabajadores de la planta de Alfageme en Vigo encerraron durante más de dos horas al gerente de la empresa dentro de las instalaciones para pedir que se les paguen los salarios que les deben.

Según explicaron a Europa Press fuentes del comité de empresa, el gerente, Eduardo Comesaña, acudió hoy a la empresa y les explicó que "después de muchas conversaciones" sobre el futuro de la compañía "no se ha llegado a una solución final".

En este sentido, los representantes de los trabajadores afirmaron desconocer "de qué parte" --Igape, entidades financieras o la propiedad de la empresa-- ha dependido que las negociaciones no hayan fructificado.

En estas circunstancias, en las que la compañía quedaría "abocada al concurso de acreedores" el comité preguntó al gerente si hay dinero para pagar los salarios de los trabajadores y si se les abonarán.

El directivo les contestó que "tenía que ver si había dinero", pero, en todo caso, matizó que él no tiene potestad para tomar la decisión de hacer frente a los pagos, sino que debía transmitir esa orden a los propietarios de la empresa, que son la familia Lago.

El comité le pidió que compruebe si disponen de esos fondos y que transmita la petición a la familia Lago. Las mismas fuentes recordaron que en la plantilla hay "mucha tensión" debido a que se les deben media paga de diciembre, el sueldo de febrero y precisaron que el mes de marzo está terminando y no hay previsiones de cobrar.

CADENAS

Ante esta situación, los trabajadores aseguraron que están "desesperados" y hay casos "realmente dramáticos". Así, al no haber obtenido hoy una respuesta satisfactoria sobre qué va a ocurrir con el dinero que tienen pendiente de cobrar, encerraron al gerente como acto de protesta.

Los empleados, que permanecieron en las instalaciones de la empresa pero fuera del edificio, colocaron unas cadenas en el portalón de entrada, de forma que el gerente --que se había quedado en el interior del inmueble-- no podía abandonar la empresa.

Posteriormente llegaron efectivos de la Policía Nacional, quienes cortaron las cadenas para acceder a la planta, pero no pudieron abrir una portal eléctrico de tipo corredera, que tenía el motor obstruido. Por ello, requirieron la presencia de los Bomberos, quienes se encargaron de desbloquear el mecanismo y que la puerta se abriera para que entrase un coche policial dentro del recinto.

Finalmente, el gerente abandonó la factoría dentro del vehículo policial, tras un encierro que duró aproximadamente unas dos horas y media.

"NADIE SE MUEVE"

Fuentes del comité criticaron que "nadie se mueve" por el problema de Alfageme y que los trabajadores son "los últimos pringados". "No sabemos si va a haber concurso de acreedores y sin van a pagar", agregaron, al respecto de la incertidumbre que tienen sobre el futuro.

Por otra parte, consideraron que la Xunta "debería hacer o decir algo" puesto que, ante la gravedad de la situación de la conservera, "no se puede quedar impasible".