Encarar un semáforo y que automáticamente se ponga en verde. El sueño de todo conductor apresurado será una realidad en Vigo, pero sólo para los chóferes de los autobuses del transporte público. La Concejalía de Tráfico, dirigida por Xulio Calviño, y la concesionaria Vitrasa testarán en los próximos meses un sistema que dará preferencia a estos vehículos a su paso por varios cruces de la ciudad.

El mecanismo, que funciona ya en ciudades como Sevilla y que se pondrá a prueba también en A Coruña este verano, permitirá reducir los tiempos de trayecto del transporte público. A través de una baliza instalada varios metros antes de un semáforo se detectará la aproximación de los autobuses. Este dispositivo enviará una señal al sistema que regula la red semafórica y antes de que el vehículo llegue al cruce, se activará la luz verde para permitir que pueda continuar su trayecto sin necesidad de parar.

En los casos en que el semáforo ya esté en verde cuando el autobús pase por el dispositivo que detecta su llegada, el sistema impedirá que cambie a rojo hasta que el vehículo atraviese el cruce. Rebasado este punto, el autocar enviará otra señal al centro de control de tráfico que desactivará la preferencia y permitirá que la red semafórica vuelva a funcionar con normalidad.

“Vamos a apostar por este mecanismo porque logra que los tiempos de viaje se reduzcan en torno a un 20 por ciento y contribuye a disminuir la contaminación. Los técnicos están analizando ahora en qué cruces se puede instalar sin que tenga consecuencias negativas para el resto de vehículos, aunque en principio se aplicará sólo en semáforos de calles que tengan carril bus”, explica el concejal de Tráfico. Ésta es una de las medida con las que el PSOE pretende lograr su compromiso electoral de que haya servicio cada 5 minutos en el centro, y cada 15 en las parroquias.

Pero el sistema no beneficiará a todos las líneas, sino sólo a aquellas que pasen por los cruces más conflictivos y en los se decida su activación. Si bien, el mecanismo planteado en Vigo va más allá del que se probará en A Coruña. Los conductores del transporte público de la ciudad herculina serán los encargados de “ordenar” el cambio de los semáforos a través de un mando a distancia. Aquí no será necesario, ya que la balizas enviarán las señales que advierten de la presencia del autobús y, automáticamente, la red semafórica le dará preferencia.

Siete nuevos carriles

La aplicación de este dispositivo se realizará de forma paralela al desarrollo del plan integral de tráfico de la ciudad en el que trabaja ya el gobierno local. Un documento en el que, como adelantó este periódico, se contemplan hasta siete calles en las que se recomienda habilitar nuevos carriles bus. Gran Vía y García Barbón, donde ya existe en uno de sus sentidos circulación, pasaría a los dos. En este último vial se plantea también que se prolongue el que ya existe hasta Sanjurjo Badía. El carril bus se extendería además a la avenida de Castelao, la calle Venezuela, Castrelos y Elduayen.