El Concello ha dado de baja a un total de 896 inmigrantes no comunitarios del padrón municipal por no haber actualizado sus inscripciones, un requisito indispensable a realizar cada dos años por los extranjeros no europeos que carecen de permiso de residencia permanente para figurar como ciudadanos de Vigo.

Estos casi novecientos empadronamientos caducaron el 31 de diciembre del año pasado, por lo que todos ellos ya han desaparecido del padrón que maneja la oficina de Estadística, según se publicó ayer en el Boletín Oficial de la Provincia de Pontevedra, donde figura una amplia relación de inmigrantes de diversas nacionalidades.

Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, el número de personas extranjeras residentes en Vigo asciende a 17.108, aunque el padrón municipal discrepa de esta cifra y la eleva hasta 17.370. Lo mismo ocurre con la población total de la ciudad. El INE contabiliza 297.332 habitantes y el Concello 298.648, es decir, unos 1.300 más.

En cuanto a las nacionalidades más comunes –según el departamento de Estadística del Ayuntamiento–, la mayoritaria es la portuguesa, con un total de 2.568 inmigrantes. Le sigue la comunidad brasileña, con 2.353 personas, y las colombiana y la uruguaya, con 1.232 y 1.225 habitantes respectivamente.

Regreso

El secretario de organización de la CIG-Vigo y durante años miembro del departamento de inmigración del sindicato, Anxo Iglesias, atribuye la ausencia de renovación en el padrón municipal de esos 900 extranjeros a dos causas. La que cobra más fuerza es la de la crisis. "Se observa que la gente no tiene trabajo y es cierto que manifiesta su voluntad de retornar a sus países de origen. Dudo mucho que se desplacen a otras ciudades de España porque la situación económica es similar a la de Vigo", explica Iglesias. Una segunda posibilidad radica en que alguno de estos inmigrantes no comunitarios excluidos del padrón hayan cambiado de domicilio y por ello no hayan recibido el aviso de la necesidad de renovar su inscripción.

"Si para los ciudadanos de nacionalidad española ya es complicado encontrar un empleo en los tiempos que corren, todavía lo es más para los inmigrantes. Los que ya están terminando sus prestaciones se plantean irse", finaliza el responsable sindical.