Los tigres, osos y leones de Vigozoo ya tienen intimidad: pueden esconderse del público detrás de piedras o troncos. También los cuidadores podrán acceder ahora al recinto de los gamos por un pasillo entre vallas y minimizando cualquier clase de peligro. Las especies de aves rivales no tendrán que verse las caras –y estresarse–porque se han colocado persianas vegetales entre las jaulas. Y hay más cartelería; por ejemplo, la que explica a los visitantes que hay aves incapacitadas por venenos, caza indiscriminada o atropellos. Es decir, que a veces el zoológico ha actuado como centro de recogida o geriátrico de bichos con vidas desafortunadas. Aún buscan también un lugar en el que ubicar las palomas.

Es la forma en la que el organismo autonómo municipal Vigozoo contesta a la veintena de anomalías detectadas en su informe por Medio Rural.

Sin embargo, el recinto de cuarentena –actualmente sin animales– no estará listo hasta dentro de, al menos, quince días. Es el lugar por el que han de pasar los recién llegados. Y para ello trabaja in extremis la empresa contratada por el Concello. Las inclemencias meteorológicas y el temporal retrasaron las obras. También trabajan a contrareloj para habilitar el interior de una cocina y almacén de nueva construcción y que unificará los alimentos que se distribuyen en el zoo, en virtud de un nuevo plan de nutrición.

Así están, a grosso modo, las obras de Vigozoo el último día hábil. Eso será lo que verán los inspectores el lunes. El resto de la documentación, relativa a planes de investigación y cursos, fue enviada también agotando el plazo legal. Objetivo: Pasar el examen y ser homologados por la Unión Europea.

No son grandes obras. Han hecho retoques –muchos ingeniosos– aquí y allá. "Confiamos en que no haya ningún problema", aseguran el director de régimen interior de Vigozoo, Fernando Carballo y la concejal de Medio Ambiente, Chus Lago. Conscientes de que la Ley marca unas directrices, pero no detalla al milímetro cuestiones constructivas y también, de que importa mucho la voluntad. Por ejemplo, las obras se retrasaron por causas climatológicas –insisten–. Y explican que algunos de los espacios habilitados, como Nocturama, "no se hacen en dos meses" y que muchas reformas ya estaban previstas.

Aseguran que cumplen, además, dos de los requisitos sobre el programa de actividades de conservación (dos proyectos de investigación en los que colaboran varias administraciones, como Rof Codina y Doñana). Y el parque cuenta con los únicos vehículos eléctricos del parque móvil municipal, que facilitan la visita por las remozadas instalaciones.

Traslado de "excedentes"

El recinto de los lobos –a los que se han destinado cuevas–, no tienen que ver con la normativa y ya estaban previstas.

Se han quedado solos por la muerte de sus congéneres. Algunos animales, como el bisonte, se trasladan. Se trata de un ejemplar americano y las nuevas adquisiciones serán de la variedad europea de la especie. Otras, como la cebra, recibirán nuevos compañeros. También la iguana fue retirada de la colección, porque había crecido más que su emplazamiento.