La posible compra del castillo de Pambre, que heredaron de manos del conde de Borraxeiros los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres, está ahora más cerca. Sólo resta una tasación; la primera pública que se encarga del Bien de Interés Cultural (BIC). Y que la Administración decida si la operación "es factible".

Una valoración encargada por la Xunta a la Dirección Xeral de Patrimonio, tanto del castillo como del conjunto patrimonial (tiene una finca de varias hectáreas), decidirá sobre su posible adquisición por parte de la Administración. Así lo avanzó ayer el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, que visitó el concello de Palas de Reis, donde se asienta la fortaleza heredada por la congregación de Vigo. Hasta la fecha, el responsable de la orden viguesa, el hermano Donaire, negociaba su posible alquiler anual. Era la forma de conseguir un canon, al no prosperar la operación de compra, tras una tasación privada.

Ahora el titular de Cultura asegura que "para analizar la viabilidad de la adquisición, se solicitó la tasación", tras la que se valorará el coste de la operación. "La voluntad política es avanzar en las negociaciones y recopilar todos los datos necesarios, para estudiar si el acuerdo es factible", indicó Varela, para anadir que son conscientes "del importante papel solidario que juega la orden de los Hermanos Misioneros".

Con todo, los trámites toman ahora un nuevo impulso. El alcalde de Palas, Fernando Pensado, aseguró que abriría al público antes de verano, a lo que el titular de Cultura añadió que "se intentará".

El castillo de Pambre (Palas de Rei), la única fortaleza feudal que sobrevive en Galicia y que pertenece ahora a los Hermanos Misioneros fue tasado en diez millones por un prestigioso arquitecto hace menos de dos años. Y ésa era la cifra que barajaban los religiosos, ciñéndose a un encargo de valoración efectuado por el anterior propietario.

Como responsable del Patrimonio Cultural Gallego, indicó Roberto Varela, "sabemos la importancia de este BIC y de las iniciativas para su apertura al público y con ese interés prioritario seguiremos trabajando".

El padre Donaire, urge la toma de decisiones sobre el inmueble, puesto que la congregación –que atiende a ancianos y sin techo– aún arrastra deudas.