Un arcén de uso exclusivo para los ciclistas, pintado de color rojo para diferenciarlo del resto de la calzada y por el que habrán de circular en ambos sentidos. Es la solución definitiva que figura en el proyecto de obra que ya recibió la Xunta para la reforma de la carretera entre Vigo y A Ramallosa.

El "arcén-bici" tendrá dos metros de anchura, tal y como figuraba en el primer diseño que elaboró la Consellería de Infraestructuras una vez que rechazó el plan que había redactado el anterior gobierno bipartito.

Aunque básicamente la sección de la remodelación del vial no sufre excesivas variaciones sobre la idea básica del departamento de Agustín Hernández, el proyecto definitivo para la obra incluye algunas salvedades que afectan tanto al diseño como a otras infraestructuras básicas.

El espacio que se habilitará para la circulación de los ciclistas queda situado en el margen de la carretera más alejado de la costa, es decir en la zona del vial que está más cerca del monte. Por el mismo deberán ir las bicis en los dos sentidos de circulación, de forma similar a lo que ya existe entre A Ramallosa y Baiona. Dispondrá de una línea diferenciadora en el medio para separar los dos sentidos de tránsito.

La decisión de que el arcén habilitado para los ciclistas discurra por la zona más próxima al monte fue adoptada para separar los tránsitos de las bicis del meramente peatonal. Para éste se habilita en el proyecto una acera en el lado opuesto de la calzada, que tendrá metro y medio de ancho y que estará separada de la zona que usen los vehículos por un resalte.

El trazado final de la carretera, una vez reformada, coincidirá en la mayoría de su recorrido con el actual. No obstante en determinados tramos, muy pequeños, habrá de sufrir alguna variación, sobre todo en aquellos lugares en los que la proximidad de las fincas afecte de forma directa a la senda peatonal.

Afecciones

El proyecto de obra fue entregado en la consellería el pasado jueves y los técnicos lo evaluarán a lo largo de esta semana. Una vez dado el visto bueno, saldrá a exposición al público, durante el mes de marzo, para que las personas que se consideren afectadas puedan presentar alegaciones al mismo.

Una vez estudiadas éstas se llevará a cabo el proyecto de expropiación en el que se verán inmersas propiedades que representan un 20 por ciento de la superficie total del vial. De hecho, la extensión a expropiar queda reducida, con el proyecto de obra, en un 66 por ciento con respecto al que se planteaba en el proyecto del Gobierno anterior. Un porcentaje algo más elevado del que se había previsto ahora por el departamento de Infraestructuras.

Fuentes oficiales indicaron que la obra, cuyos trabajos previos ya han comenzado, se empezará por aquellas zonas en las que no se afecten propiedades privadas y será a partir del verano cuando, una vez resueltos los expedientes de expropiación, se acometa la totalidad del proyecto. Las mismas fuentes indicaron que el proyecto de obra fue consultado ya con propietarios de fincas afectadas así como con organizaciones de ciclistas, antes de cerrar el diseño completo.

El plazo para la conclusión de los trabajos está fijado en el verano de 2011. Hasta ese momento, se habilitará un plan de tráfico especial para la zona, que a diario soporta una intensidad media de vehículos superior a las once mil unidades.