Directivos de Cruz Roja que visitaron ayer Vigo aseguraron que el edificio que hasta ahora albergó un hospital socio-sanitario –cuyo solar fue una cesión de la ciudad– seguirá cumpliendo fines sociales, tal y como reclamó el alcalde y los ex trabajadores. De todos modos y ante la falta de un acuerdo satisfactorio con el Sergas sobre el convenio para los próximos años, la directiva decidió plantear un ERE (que afecta a los 70 empleados) y cerrar el centro. El edificio, abierto hace más de cincuenta años precisaría también una reforma que la ONG estima en tres millones de euros –que ascenderían a cuatro con el mobiliario–. Ahora, negocia con el comité de empresa las condiciones del indemnización por cierre.

Por otra parte, Cruz Roja sigue con su actividad formativa y abría el plazo ayer para dar cursos de primeros auxilios, dirigidos a la población mayor de 16 años y con una duración de 42 horas.