Grietas, humedades y fisuras recorren las doce plantas del edificio del Concello. El mismo día en que el temporal desprendía un voladizo anexo al salón de plenos, se conocían los resultados de la auditoría realizada al inmueble el pasado verano por una consultora externa. El completo examen al que se sometió en verano el consistorio vigués revela fisuras en el forjado, filtraciones de agua en al menos tres plantas y corrosión bajo los voladizos. La Concejalía de Vías y Obras encargó la inspección a una empresa especializada tras detectar grietas en las dos primeras plantas de la torre, que son las que soportan el peso de la estructura, y en el piso número 12, el más expuesto a las inclemencias climatológicas.

El informe entregado al gobierno vigués advierte un problema de aislamiento y humedades generalizado cuyo origen se atribuye fundamentalmente a las filtraciones detectadas bajo las cubiertas planas de la última planta y de las terrazas, cuya capa de aislamiento se ha deteriorado hasta el punto de "perder su función original" y permitir el paso de agua hacia el interior del edificio, donde aparecen desconchados y grandes manchas de humedad que los técnicos documentan en una docena de fotografías.

El aislamiento es uno de los problemas más evidentes de la torre, pero el más grave es "la corrosión del acero en los voladizos exteriores de la fachada sur y las fisuras en el hormigón". La erosión de los vientos marinos ha dejado a la vista en algunos puntos el entramado de hierros que sostienen en pie el edificio y la inspección del forjado de las plantas bajas ha revelado además la utilización de arena de playa como uno de los componentes del hormigón, al aparecer restos de conchas de bivalvos marinos en las muestras analizadas en laboratorio.

La conclusión de los auditores es que "el daño estructural es bajo", pero reiteran que "la corrosión ya está en marcha y el proceso continuará avanzando a otros elementos y agravando los daños", por lo que aconsejan reparar las zonas dañadas o desprotegidas del inmueble, cuya reforma está sin presupuestar.

Otra de las advertencias realizadas por la consultora es la pérdida de adherencia de los aplacados de la fachada norte en la planta sexta, que muestran síntomas de desprendimiento y suponen un riesgo para la seguridad de los usuarios de la cubierta sobre la segunda planta. Así se refleja en el informe, que advierte los daños más importantes en las dos primeras plantas de la torre, y en la última, por ser también las que sufren directamente las filtraciones, que llegaron en diciembre al despacho del alcalde.

Los daños a subsanar son más que numerosos y de acometer una reforma deberá abordar tanto la situación del forjado y los cimientos como de elementos exteriores. También las ventanas y los alféizares se muestran deteriorados en las plantas altas, al ceder la piedra y ensancharse hacia el exterior. En la planta doce los examinadores han localizado "juntas cuarteadas que permiten la filtración de agua", favorecida por la porosidad del mortero de cemento empleado en la construcción del edificio.

Éste data de 1976 y su inauguración se convirtió en todo un hito para la ciudad. Pero el que durante años fue uno de los símbolos de Vigo, hace ahora aguas debido a la falta de una buena reforma y en espera de que ésta se produzca a corto plazo o de su sustitución por el nuevo ayuntamiento que diseña Rafael Moneo dentro del ámbito de Praza do Rei. Mientras se toma la decisión, el importe de los desperfectos sigue creciendo.