Las empresas no están dispuestas a continuar sin ingresar el dinero que le deben sus clientes morosos. Ante este quebradero de cabeza, y de bolsillo, cada vez más común entre firmas de Vigo como consecuencia de la crisis económica, algunas han optado por contratar a detectives privados para que investiguen a sus deudores. Sólo en un año, agencias de la ciudad han trabajado en un 30% más de casos de esta índole, según confirma Miguel Carrera, de Ámbar Investigaciones, y el propio presidente del Colegio Oficial de Detectives Privados de Galicia, Armando Freiría, con despacho en Vigo.

"Los temas laborales y económicos son los que más han crecido. Las sociedades demandan nuestros servicios para estudiar al que no le paga y la forma de cómo cobrar", señala Carrera. "Es cierto que la morosidad ha crecido, de ahí que se haya incrementado el número de personas que recurren a nosotros para estudiar los bienes patrimoniales del moroso", añade el presidente del Colegio de Detectives.

Los investigadores privados consultados prefieren no desvelar los precios que manejan por sus seguimientos alegando que "dependen de múltiples factores". En cuanto a las cantidades de las deudas que pueden acumular algunas empresas a otras, "en la mayor parte de las ocasiones desconocemos esos importes. Una vez terminada la investigación, nuestro cliente la utiliza como a él le parece", añade el responsable de Ámbar Investigaciones, quien revela que "en algunos casos hemos conseguido que la compañía acabe cobrando por parte del moroso".

Las deudas económicas, la competencia desleal, el absentismo laboral y las bajas supuestamente "ficticias" suponen un 70% del volumen de trabajo de este despacho vigués. "El porcentaje restante responde a temas relacionados con las separaciones y una parte muy pequeña son infidelidades", afirma Miguel Carrera.

En cuanto a las bajas y al absentismo laboral, "ahora las empresas estudian mucho más a sus empleados", dice este detective. Armando Freiría, representante a nivel gallego, apunta que "las firmas intentan apretarse el cinturón porque en una situación de crisis deben ser más competitivas; si antes tenía diez trabajadores, ahora se quedan cinco y se les controla más".

Llama la atención de los detectives que se haya disparado el número de pequeñas empresas (en algunos casos se ha duplicado) que acuden a sus agencias para investigar a la plantilla que sospechan que le están defraudando. "La mayor parte de las bajas que investigamos demostramos que son falsas y suelen llegar a juicio; y con las pruebas que acreditamos, los jueces las suelen tener bastante en cuenta porque son audiovisuales", señala Carrera.

Otro de los asuntos que predomina en el día a día de los detectives vigueses es la investigación de supuestos plagios de marcas o productos, sobre todo en los sectores textil e informático. "La protección de los derechos se investiga más debido a la mayor competencia en el mercado", explica Armando Freiría.