El plan de movilidad que ha encargado el Concello dibuja una profunda transformación del tráfico en las dos principales entradas a la ciudad. El estudio, ya terminado y al que ha tenido acceso FARO, incluye la construcción de un nuevo enlace con la AP-9 alternativo al de Buenos Aires y conectado a la avenida de Galicia y la N-552, -las dos carreteras que llegan a Vigo desde Chapela-, mediante nuevos viales y rotondas que reducirían la afluencia directa a Travesía y Sanjurjo Badía, y abrirían una ruta para canalizar el transporte pesado hacia el Puerto. El otro cambio de mayor trascendencia afecta a la avenida de Madrid, que se convertiría en una arteria urbana, en especial desde la Plaza de España hasta la estación de autobuses. El Plan Xeral de Urbanismo traslada la terminal a Urzáiz, junto con la del futuro AVE, pero en el emplazamiento actual se construiría un centro intermodal de transporte complementario con el fin de facilitar los transbordos entre autobuses interurbanos y de larga distancia con los Vitrasa.

El estudio, redactado por la consultora Pettra y concebido como hoja de ruta para mejorar el tráfico y la movilidad en toda la ciudad durante los próximos años, detalla siete programas de actuación que abarcan desde nuevas infraestructuras de acceso, como el citado enlace de la AP-9, hasta aparcamientos disuasorios en las principales entradas para tratar de reducir la llegada de coches al centro y animar a los conductores a usar el transporte público. Los parkings se situarían en la entrada por la carretera de Camposancos -cerca del segundo cinturón y la factoría de PSA- Citroën -; en el entorno de la nueva conexión con la autopista en Teis; y en la propia estación intermodal de la avenida de Madrid.

El PXOM suprime la terminal de buses para llevarla a Urzáiz, pero recoge la creación de un centro intermodal en las plantas inferiores de un edificio de vivienda protegida, con marquesinas en el exterior y al otro lado de la avenida de Madrid. El diseño del Plan Xeral establece la reordenación de los viales y de todo el sistema viario y el espacio público para crear un eje de acceso a la avenida, ahora desordenado y con frecuentes colapsos.

La pretensión del gobierno local es transformar toda la avenida de Madrid hasta el Seminario con la transferencia del vial por parte del ministerio de Fomento. El plan de movilidad incluye un carril bus en ambas direcciones en el tramo desde la Plaza de España hasta el centro de transporte intermodal. Igualmente recoge el pasillo verde desde la futura estación del AVE hasta el nuevo enlace propuesto en la AP-9, siguiendo el trazado de las vías, ya que el tren de alta velocidad llegará a la ciudad en túnel.

También se enmarca en el estudio de movilidad la reorganización del aparcamiento en cinco grandes áreas urbanas de tráfico intenso para satisfacer la demanda de plazas y reducir la saturación de vehículos. Una de ellas está situada en el tramo de Gran Vía hacia la Plaza de América -entorno de Povisa-; y otra, en el ámbito paralelo a la bajada por Marqués de Alcedo desde la Plaza de España hasta el arranque de Camelias, donde está proyectada para este mismo año una rotonda y la remodelación de la calle Celso Emilio Ferreiro dentro de las obras del segundo Plan E. Los técnicos, tras analizar los tráficos, señalan un tercer ámbito en las calles Coruña, Conde de Torrecedeira y sus aledañas; y dibujan un cuarto perímetro en una amplia franja de O Calvario, un barrio con importantes problemas de aparcamiento. Completa las áreas donde se plantea una regulación la de A Florida y Fragoso. En esta zona se reorganizará el mes próximo la circulación después de que finalice la humanización de las avenidas de Castrelos y A Florida.

Ya fuera del casco urbano se propone en el estudio una ampliación de plazas para estacionar en el entorno del hospital Meixoeiro, donde las personas que acuden sufren largas esperas para encontrar sitio e incluso algunos vecinos cobran por permitir aparcar en sus fincas.

Para los dos puntos neurálgicos del centro de la ciudad, las plazas de España y América, el plan de Pettra recoge cambios. En la primera llegarán con el proyecto de remodelación de todo el espacio, donde se construirán cuatro torres y un parque público. La plaza se agrandará, y el tráfico se canalizará a través de un anillo perimetral. El proyecto, ya en marcha, incluye la construcción de un nuevo túnel en Gran Vía con una salida hacia la avenida de Madrid. En cuanto a la Praza de América, se cambiarán los ciclos semafóricos al reorganizarse el tráfico en Castrelos y A Florida. Para Samil también se plantean medidas de reorganización a fin de evitar el colapso en verano.

Otra de las zonas donde se establecen medidas por los problemas de fluidez es el cruce entre Aragón, Martínez Garrido y avenida del Aeropuerto, en el barrio de O Calvario. Allí se producen a determinadas horas largas colas que interrumpen la circulación, y el plan de mejora de movilidad diseña una reordenación para facilitar el tránsito.

Vitrasa

Los carriles bus, una de las asignaturas por mejorar en Vigo, son otro de los campos donde fija la lupa el plan. Indica siete zonas en las que considera preciso agilizar el paso de los Vitrasa. En Gran Vía y García Barbón, donde ya lo hay en un tramo, se completaría en ambos sentidos. En García Barbón el diseño incluye el tramo desde la rotonda de Isaac Peral hasta Sanjurjo Badía, calle en la que se incrementaría la oferta de carriles exclusivos para el transporte público. La misma medida se implantaría en la avenida de Castelao, la calle Venezuela, Castrelos y Elduayen. El Partido Popular criticó esta misma semana que el carril bus de Gran Vía en sentido ascendente hacia Plaza de España desde As Travesas sigue inhabilitado a pesar de que se adoptó la medida de prescindir de él sólo durante la reforma del entorno de Povisa, ya concluida. El gobierno local, por otra parte, tiene en marcha un estudio para reestructurar el transporte colectivo. El compromiso electoral del PSOE, que gestiona el área de Movilidad, es que haya bus cada cinco minutos en el centro, y 15 en el rural.

Otras medidas que establece el plan ya están en marcha. Se trata de la instalación de pasos resaltados en zonas de especial riesgo para los peatones, e iluminados en lugares con escasa visibilidad. En otros puntos se han colocado bandas reductoras de velocidad y el Concello tiene previsto aumentarlas. Los técnicos que han elaborado el estudio proponen además acciones específicas para personas con movilidad reducida mediante el incremento de la flota de buses, marquesinas y taxis adaptados.