Un incendio en el interior del buque congelador El Greco Stanley, amarrado en los muelles de Beiramar, provocó ayer la intoxicación por humo de dos trabajadores: uno, supuestamente de la armadora Freiremar, y otro operario que se hallaba en el interior, según fuentes presenciales. Ambos fueron datos de alta en un hospital de la ciudad poco tiempo después de ser trasladados en ambulancia.

Pero en la intensa y laboriosa extinción, que se prolongó durante casi cinco horas, resultó también herido un bombero, tras caerse de una altura de entre tres y cuatro metros –precisaron los propios compañeros– y que, presumiblemente, sufrió varias facturas. Se trata de un "veterano", de unos 50 años, que ya se encuentra fuera de peligro. No obstante, anoche seguía en observación en el hospital Povisa, donde estaban haciéndole pruebas y cuyo pronóstico no fue revelado.

El fuego tuvo origen a las 16.45 horas, pero las cinco dotaciones de bomberos que llegaron a desplazarse al recinto portuario (entre 18 y 20 agentes) no se retiraron hasta las 22.30 por la complejidad de la extinción en las bodegas, agravada por la caída del agente. También asistieron Protección Civil de Vigo, Policía Nacional y Guardia Civil. A las seis de la tarde llegaba el cuarto camión, precedido de la apertura de tres hidrantes y un despliegue ingente de medios de extinción.

Representantes de la armadora, presentes durante la extinción, evitaron valorar lo acontecido, aunque apuntaron a la posibilidad de que el fuego se originase en un accidente mientras se realizaba una reparación a bordo. Fue un particular quien dio aviso al 112 de que el barco, en el pantalán número 4, frente a Frigoríficos Berbés, estaba ardiendo."Estos accidentes siempre ocurren por despistes o por reparaciones", indicaron fuentes de la extinción. Agentes de Protección Civil indicaron la posibilidad de una "chispa de soldadura".

El incendio afectó a todo el parque de pesca de un buque que "faenaba en el Atlántico Sur, pescando merluza", aseguraron testigos, aunque el barco lleva tiempo amarrado en estos muelles. Las paredes de la bodega, de poliéster, las pinturas y la instalación en sí propagaron el humo, de forma que "quedó muy afectado". "El incendio fue muy complicado y laborioso, como en todos los de barcos; por el humo, el calor de las chapas, lo angosto de los lugares y la nula visibilidad", apuntaron fuentes de los bomberos vigueses.

"Lo más complicado fue retirarlo de allí, no puedes moverlo mucho y por eso la cosa se complicó", aseguraron. Insistieron también en que llegaron a concentrarse en la zona dos coches de Balaídos y tres de Teis. "Todo el parque de bomberos estaba allí; nos involucramos con el Puerto: cuando vamos, lo hacemos con todas las de la ley", señalaron.