"Una proyección de 10 años para el conjunto del Parque Nacional predice que en 2014 la población de cormorán moñudo (phalacrocorax aristotelis) habrá perdido el 95% de sus efectivos, quedando reducida a unas 100 parejas".

¿Exageración? Esa tan pesimista previsión figura en el "Plan de Conservación del Cormorán Moñudo en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas", un trabajo de Alberto Velando e Ignacio Munilla, profesores del departamento de Ecología y Biología Animal de la Universidad de Vigo. Su informe analiza con profusión de detalles la situación actual del "quizás el vertebrado más emblemático" de las islas protegidas; su evolución poblacional desde la década de los 90 hasta ahora; las causas de su reducción y por último, proponen medidas para evitar su declive. En España, el cormorán ya está catalogado como "amenazado y en peligro de extinción", pero Velando y Munilla creen que su reciente involución requiere extender el mismo grado de protección a nivel mundial.

Para comprender la importancia de la presencia en el Parque Nacional del cormorán moñudo –conocido por este apellido por lucir en la época de reproducción un penacho de plumas en la cabeza en forma de moño o tupé– hay que compararla con las colonias presentes en España y en el mundo. Según los censos citados en el informe, la población mundial del phalacrocorax aristotelis rondaría las 66.000 parejas, la mayoría concentradas en Gran Bretaña y Noruega. En España, el 76% de las 1.667 estimadas habita en Galicia, y en concreto, en las islas Cíes, Ons y Sálvora.

Hasta ahora, la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), el organismo conservacionistas más exigente, no incluyó al cormorán moñudo en su Lista Roja por la densidad todavía alta que mantenían las poblaciones del norte de Europa. En cambio, la reducción en un 40% de las poblaciones británicas –"donde nidifica cerca de la mitad de la población mundial"– hace necesario, a juicio de los investigadores vigueses, "que se deba replantear la situación de esta especie, ya que según los criterios de la IUCN, ese descenso sería suficiente para situarla en la categoría de ´en peligro´(el máximo riesgo de extinción)".

Unidad de conservación

Para Velando y Munilla, "el conjunto de las poblaciones de cormorán moñudo del Parque Nacional constituye una unidad de conservación válida", lo que facilitaría impulsar un plan de protección con el objetivo de evitar la desaparición de la especie. Apoyan su tesis en tres argumentos centrales: más del 90% de las aves localizadas criaron a menos de 5 km. de su colonia natal; tan solo tres cormoranes marcados abandonaron su isla natal; y ninguno de los marcados en Ons fue observado criando en Cíes.

Pero la aplicación de ese plan –cuestión que ya debate el Patronato del Parque Nacional– pasa por adoptar una serie de medidas para atajar con urgencia la reducción de la colonia.

La primera afecta a la pesca de bajura. Los aparejos de enmalle –calados desde la superficie hasta el fondo– son la causa principal de la mortandad del cormorán. Por el número de licencias para emplear estos aparejos repartidas en las distintas cofradías de la Ría de Vigo, Pontevedra y de Arousa, "los cormoranes moñudos podrían encontrarse con una media diaria de 5.064 metros de redes de emmalle" . Por eso se propone prohibir este método de pesca a profundidades menores de 30 metros; eliminar las redes perdidas o a la deriva; y restringir en Cíes la captura de bolo, principal alimento del cormorán.

La segunda medida atañe al turismo náutico "por excluir a los cormoranes de las mejores zonas de alimentación". Plantean delimitar canales de navegación en las aguas del Parque y limitar la velocidad de navegación para todas las embarcaciones a motor; restringir el fondeo diario en Cíes y Ons y prohibirlo en la isla de San Martiño entre junio y agosto (periodo de cría de los pollos). Respecto a la presencia humana sugieren señalizar las zonas de reserva de la colonia y vigilar el tránsito de turistas durante la época de cría.

Por último, plantean la erradicación de los gatos de las islas por su predilección por los huevos y pollos de cormorán; y también la del visón americano (ya en ejecución). Y para evitar las consecuencias en la colonia de catástrofes como la del Prestige, ven necesario implantar un protocolo de actuación.