Los servicios de Urgencias se encuentran al límite de sus posibilidades y un día más se mantienen en cifras de récord en cuanto a número de pacientes atendidos, un total de 748 personas en 24 horas, cuando la media del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) son entre 530 y 540 enfermos diarios. El nuevo gerente, Francisco Soriano, lanzó ayer un mensaje tranquilizador al asegurar que "hasta cierto punto es normal una frecuentación mucho más alta en esta época del año" debido a la incidencia de la gripe a partir de otoño.

Era la primera vez que el nuevo responsable del Chuvi valoraba la situación de las Urgencias, que estos días están a prueba al registrar un número de enfermos muy superior al habitual. Lo bueno de las últimas horas es que, según fuentes sanitarias, las patologías atendidas son "de tipo banal" y no requieren hospitalización, por lo que parece superado el problema de falta de camas del fin de semana y no hay pacientes pendientes de ingreso. Lo que no se puede evitar son largas colas, con más de cinco y seis horas de espera para las emergencias no vitales.

Durante la presentación de una exposición de Médicos sin Fronteras sobre la enfermedad de Chagas, el gerente del Chuvi resaltó ayer que el comportamiento del servicio de Urgencias es "imprevisible" e incidió en que los problemas del hospital Xeral se deben en parte a su fácil accesibilidad en el centro urbano, captando al mayor número de enfermos.

Soriano también explicó que hay determinados días de la semana en los que la frecuentación está "muy por encima" de lo habitual, pero precisó que "son momentos que ocurren en éste y en todos los hospitales", fundamentalmente los fines de semana y los lunes. En este sentido, subrayó que se responde lo mejor posible y que cuando en pocas horas llegan muchos enfermos "es imposible asumir esa carga de trabajo", así que se opta por "priorizar" a los pacientes que necesitan una atención inmediata, teniendo los demás que esperar durante varias horas, como ocurrió en días pasados.

Soriano recordó además que el pasado domingo las urgencias pediátricas registraron "más de 370 pacientes" cuando la media está sobre los 150 niños y resaltó que este número de niños acompañados de sus padres representan "unas 1.000 personas pasando por las instalaciones en un sólo día", algo "excepcional" en el hospital Xeral y en cualquier centro sanitario.

Después de ese pico, la situación parece haber mejorado en cuanto a disponibilidad de camas, pero mientras no se normalicen las cifras de pacientes se mantendrá "operativa" en la planta baja una sala con seis camas donde funcionaba una antigua unidad de Reanimación.