Las entrañas de Cíes y Ons dejan de ser una incógnita. Las islas del Parque Nacional guardan un paraíso en su interior que ha visto ahora la luz gracias al trabajo de catalogación realizado durante más de un año y medio por el grupo de espeleología Aradelas. El trabajo, encargado por la dirección de Illas Atlánticas, arroja la existencia de 56 furnas en todo el archipiélago que suman más de 1.700 metros de galerías subterráneas. Un inventario del enorme entramado de cuevas marinas existentes en las islas que añade una nueva dosis de espectacularidad a la belleza natural del paraje.

El informe de la catalogación de todas las cavidades, al que ha tenido acceso este periódico, analiza una por una todas las furnas localizadas bajo el terreno de ambas islas, donde se esconde un mundo de profundas galerías, lagos de agua dulce e incluso estalactitas de tono rojo, como las encontradas en Ons, u otras formaciones que impregnan de color el interior del archipiélago. Éste es el informe más completo que se ha realizado sobre las cuevas que esconde el Parque Nacional Illas Atlánticas y que se completará con la producción de un vídeo en el que se podrá contemplar el trabajo del grupo Aradelas en las islas.

El libro, en proceso de edición, recoge decenas de fotografías de cada rincón de las furnas, aporta una descripción morfológica y geológica de cada cavidad, sitúa sus coordenadas y ofrece mapas topográficos tanto en planta como en alzado de todas las cuevas. Pero el trabajo del grupo Aradelas fue más allá. El estudio del interior de las islas continuará ahora de la mano de biólogos de la Universidad de Vigo. Los espeléologos tomaron muestras de fauna, flora y de guano de murciélago en multitud de cavidades que servirán para descubrir si en las furnas hay más vida animal. "Las muestras todavía se están estudiando, pero cabe la posibilidad de la existencia de nutrias, ya que varios excrementos que recogimos parecen ser de este animal", vaticina Jose Higinio Diz, director del proyecto.

El prolífico trabajo realizado por los siete espeleólogos del grupo Aradelas ha servido también para desmontar la creencia de que la furna de Bastián de Val (Ons) era la más grande. Sus 85 metros de estrechas galerías, la presencia de "coraloides" –formaciones muy delicadas y poco frecuentes en estas cavidades– y el hallazgo de excrementos, la convierten en una de las más importantes del archipiélago, pero O Burato do Inferno, también en Ons, coge su testigo en cuanto a magnitud. "Cons sus 45 metros de desnivel no sólo es la furna más profunda, sino también la que más desarrollo horizontal tiene. La cavidad se divide en cuatro galerías que parten de un lago que anega toda la parte central y que suman 114 metros ", explica Jose Diz.

Los espeleólogos descubrieron también en esta cueva un fenómeno singular. "Su nivel es sensible a las mareas y sucede algo que no detectamos en ninguna otra furna del parque. Durante la pleamar, cuando el mar bate con más fuerza sobre el derrumbe de la boca, las olas se cuelan entre los bloques en forma de densa espuma blanca que va ocupando toda la superficie y ganando grosor hasta los 30 centímetros de espesor, dando al lago un aspecto surrealista un tanto sorprendente, especialmente cuando se atraviesa a nado", destaca Jose Diz.

Riesgo

La catalogación de las furnas no estuvo exenta de dificultades. La entrada a muchas de ellas requirió de grandes dosis de ingenio por parte de los espeleólogos, que no dudaron en arriesgar su integridad física para llegar a lo más profundo de las cavidades. "Algunas sólo eran accesibles a nado, con el correspondiente riesgo que supone enfrentarse al oleaje cuando golpea contra ellas. En otras sólo pudimos entrar colgándonos con cuerdas", recuerdan.

"Estar con un ojo puesto en el cielo y las mareas fue fundamental para evitar accidentes. Muchas veces tuvimos que aplazar la entrada a las cuevas para evitar cualquier percance y, afortunadamente, todo salió bien", añade Beatriz Bruna, integrante del grupo de espeleólogos y encargada del trabajo fotográfico junto a Jose Diz y Agustín Escudero.

Los expertos aseguran que la isla de Ons, con 34 de las 56 furnas catalogadas, es la más "impresionante" . No obstante, destacan también la "belleza" de algunas cavidades de Cíes, como la de A Lameira. "Ésta es sin duda una de las más interesantes del Parque. Su peculiar morfología, la presencia de un lago de agua dulce, las abundantes y extrañas concreciones que la adornan y la presencia de murciélagos hacen de esta cavidad un delicado ecosistema que obliga al visitante a extremar las precauciones para no dañar el entorno", argumentan los espeleólogos.