La retirada, a lo largo de la próxima semana, de los apuntalamientos instalados en el dique exterior del puerto deportivo del Náutico para dar más estabilidad al barco restaurante Oceander, dejará expedita la vía para que el muelle de Comercio pueda ser utilizado por los cruceros como punto de atraque complementario al muelle de Trasatlánticos.

Según las previsiones de la Autoridad Portuaria, una vez que se despeje el dique ya sólo faltará instalar unas defensas "para que después del dragado, el muelle pueda ser utilizado con toda garantía". Con la entrada en servicio del Muelle de Comercio, de 250 metros de longitud, los cruceros ya no tendrán que atracar en la zona de Bouzas. Según el calendario de la Autoridad Portuaria será en noviembre cuando vuelvan a coincidir dos cruceros en el puerto.

Durante la próxima semana está también previsto que los actuales propietarios del Oceander liquiden su deuda con la Autoridad Portuaria, "que no es de gran entidad", quedando a la espera de buscar un nuevo emplazamiento para el barco, en una zona de atraque más abrigada.

Inspección de Capitanía

Este barco- restaurante estaba sin actividad desde 2006 y fue retirado a principios de la semana pasada, siendo trasladado a un astillero de Teis para reparaciones. La Autoridad Portuaria lo consideraba un objeto flotante "pues al carecer de matrícula no se puede hablar de un buque atracado en puerto, sino de un objeto flotante".

El barco fue inspeccionado por técnicos de Capitanía Marítima de Vigo, que no detectaron problemas, pero el Puerto insistió en retirarlo del muelle por razones de seguridad.

Los responsables portuarios consideran que el lugar elegido para su amarre y dedicarlo a bar-restaurante no fue en su momento el más adecuado "pues pega el mar y las sudestadas son muy fuertes, por lo que se debió hacer un estudio más detallado de las olas". De hecho se hizo el apuntalamiento que ahora va a ser retirado para darle la mayor estabilidad posible.

El Oceander es un barco de río construido en Alemania, con 57 metros de eslora y 7 de manga y con el interior totalmente reformado. y adaptado a la actividad de restauración, por lo que dispone de cocina y un almacén de 120 metros cuadrados.

Durante un tiempo estuvo atracado en A Ramallosa y fue objeto de algunas reparaciones en un astillero de Bouzas antes de quedar atracado en el dique exterior del Náutico. La capacidad del restaurante iba de 50 a 80 comensales y la de la cafetería oscilaba entre 40 a 60 usuarios. Tenía 5 baños y 2 terrazas, una para un mínimo de 40 personas y otra en la cubierta superior para 20. Disponía también de oficina y depuradora.