Los aerogeneradores copan estos días el espacio portuario vigués. Son gigantescas estructuras pertenecientes a un cargamento de 372 piezas de molinos eólicos, el mayor embarcado en Vigo, fabricado por el grupo vigués Ganomagoga. Una primera partida ya zarpó rumbo a Estados Unidos, donde volverán a montarse para crear un parque de casi un centenar de molinos en Cedro Hill, un montañoso territorio norteamericano limítrofe con la frontera de México.

La empresa ha despiezado los aerogeneradores para agilizar su transporte por carretera hasta Vigo desde las fábricas filiales que el grupo posee en Ponteareas (Talleres Ganomagoga) y Carballiño (Aplicarmetal). Cada molino desmontado se divide en cuatro tramos de 22 metros de largo por cuatro de diámetro. Estas dimensiones obligan a cargar las piezas en un camión de gran tonelaje, pero sin necesidad de activar un dispositivo especial de tráfico como otros cargamentos construidos por empresas del entorno.

El principal problema para el embarque de una mercancía de estas características es dónde se almacena mientras se espera la llegada del buque que la llevará hasta el puerto tejano de Beaumont. "Es una operación de pura logística", explica Ramiro Cobo, director de la consignataria Pérez&Cia, que en este caso actúa como estibador de la carga.

En coordinación con los técnicos de la Autoridad Portuaria, el grupo vigués dosifica el traslado de esas piezas para no entorpecer la movilidad de otras mercancías del puerto, y las almacena de forma temporal en unos 10.000 metros cuadrados habilitados específicamente. El tiempo que permanezcan en este espacio también depende de la capacidad de los mercantes y el tiempo que dure la travesía.

Por término medio, cada buque puede cargar de 44 a 68 tramos o piezas de los aerogeneradores, y en la navegación hasta Beaumont –situado en la costa Este de Estados Unidos– tarda en torno a los doce días. Los operadores portuarios deben tener en cuenta todas estas variables para que el fabricante retenga o no esas estructuras en sus talleres en función del espacio disponible. Y es que dada su volumen acaba por desbordar el espacio previsto en el puerto, por lo que algunas estructuras, como las palas de los molinos, acaban depositándose donde quede un hueco libre.

En los últimos años, el Puerto de Vigo ha operado varios embarques de aerogeneradores con destino al extranjero, pero nunca en una cantidad tan elevada y al mismo tiempo como la fabricada ahora por Ganomagoga para su cliente estadounidense. "Es la mayor de una sola atacada", aseguran fuentes portuarias. De hecho, la previsión más optimista calcula que hasta diciembre no concluirá el operativo logístico necesario para este cargamento de molinos que, una vez montados, superan los 80 metros de altura y las 150 toneladas de peso.