Ni tercer embalse, ni trasvase desde el Río Verdugo al Oitavén, donde se encuentra la presa de Eiras, que surte a Vigo, Redondela, Mos, Porriño, Cangas, Moaña y Salceda. La Xunta asume el Plan Hidrolóxico heredado del gobierno bipartito y descarta construir una gran infraestructura para aumentar la reserva de agua. El proyecto, que aprobará el gobierno gallego antes de final de año, según las previsiones de Augas de Galicia, incluye para el sistema vigués mejoras en la red que por una parte amplían el caudal enviado desde la presa, y por otra asegurarían que se tratará todo el suministro para que llegue a los usuarios en buenas condiciones de potabilidad.

El tercer embalse es una vieja demanda de Vigo, avivada por los pronósticos de crecimiento demográfico incluidas en el Plan Xeral de Urbanismo. Lo demandaron los alcaldes sucesivamente en los últimos años, incluida Corina Porro el mandato pasado, y Abel Caballero en el actual. El Concello llegó a tomar medidas de ahorro en los veranos muy secos, pidiendo consumo responsable y reduciendo el baldeo de calles y jardines. Eiras llegó a bajar al 40% de sus reservas. El ex conselleiro Manuel Vázquez estudió varias alternativas durante el bipartito de la Xunta, entre ellas un embalse aguas arriba de la presa de Eiras, la mayor de Vigo con 20 hectómetros cúbicos de capacidad –la otra, Zamáns, tiene dos–; y un trasvase desde el Verdugo o incluso desde el Miño al Oitavén. A finales de 2007 Caballero presentó un plan por 190 millones que incluía un tercer embalse, junto a otras mejoras en la red, y solicitaba al Ministerio de medio Ambiente la declaración de interés general de la obra.

El Plan Hidrolóxico, finalmente, descartó otra gran infraestructura. Plantea mejorar de forma cualitativa la capacidad del túnel de Amoedo, que conecta la presa de Eiras con la estación potabilizadora de O Casal, la principal de Vigo, y envía el agua a la ciudad y su área metropolitana. Con las estimaciones de la Consellería de Medio Ambiente. la estación "no tiene capacidad suficiente" para potabilizar todo el caudal que se demandará en el futuro. Las actuaciones para garantizarlo serían ampliarla y construir otra de tratamiento de 1.500 litros por segundo en Santa Marina (Cabral), además de mejorar las de Redondela, Soutomaior y Gondomar. También se harían obras en depósitos para ampliar su capacidad de almacenamiento.

La Xunta deja abierta la posibilidad de adoptar dos soluciones de emergencia si se produce un periodo de sequía prolongada que ponga en riesgo el suministro. La principal sería un bombeo al Oitavén desde el Verdugo en su tramo bajo, donde se construiría un azud –pequeña presa– y se enviaría el caudal a Eiras a través de una conducción de 3,75 kilómetros en el punto de confluencia de ambos ríos. La otra sería construir una infraestructura en el Miño que descargue a Vigo de la demanda de Mos, Porriño y Salceda.

"La principal sería el azud", comenta Ethel Vázquez Mourelle, presidenta de Augas de Galicia. El organismo dispone de un estudio técnico para esta alternativa con tres soluciones que costarían entre 5,6 y 6,3 millones, según la elección del trazado. Vázquez justifica que la exclusión de presas y trasvases de los ejes del Plan Hidrolóxico se debe a que son "de dudosa necesidad, y sólo se requerirían para situaciones de emergencia".

Actualmente en Vigo los datos que maneja la Xunta contabilizan en la ciudad, sin incluir los municipios de su entorno, 340.892 usuarios. Para 2023 considera, en virtud de los estudios demográficos, que habrá demanda para 399.968 personas. "Ése es el pronóstico más alto dentro del Plan Xeral. Con la ampliación del túnel de Amoedo y las actuacione en la red se obtiene la capacidad necesaria", agrega la presidenta de Augas.

Inversiones

Los presupuestos autonómicos para 2010 reflejarán inversiones para mejorar la red y construir la potabilizadora de Santa Marina, según Vázquez Mourelle. El Plan Hidrolóxico superó el trámite de evaluación estratégica ambiental hace dos semanas, y el próximo paso será su aprobación por el Consello da Xunta. "Se hará en breve", agrega.

Zamáns, por su parte, abastece ahora a Nigrán, pero Gondomar también pide suministro de la presa, según se explica en el documento de Augas, por lo que se incluye también una actuación allí. Igualmente, Eiras abastece indirectamente a Baiona, que tiene embalse en Bahíña, pero la alta demanda requiere "una contribución suplementaria desde Nigrán", apostilla.