Los hábitos cambian. La evolución de las cifras de reciclaje en la ciudad durante los últimos tres años ha sido errática. La recogida selectiva de envases se ha disparado un 37 por ciento desde 2006, mientras que el vidrio, que es uno de los materiales que más posibilidades tiene de ser reutilizado, ha descendido un 5 por ciento. La Concejalía de Limpieza atribuye las bajas cifras a un mal rendimiento de los actuales depósitos, que generan ruido al obligar a vaciar las botellas una a una. Se ha propuesto remontar los datos a medio plazo con un plan específico orientado a los principales productores de este tipo de residuos, los hosteleros.

Ambas partes se sentarán a negociar en las próximas semanas soluciones eficaces y poco costosas económicamente para el sector. La propuesta que les trasladará la edil Raquel Díaz es dotar en origen a bares y restaurantes de pequeños contenedores "manejables, posiblemente con ruedas" para que los hosteleros puedan vaciar las botellas acumuladas todas a la vez en los iglús verdes. El Concello pactará con la concesionaria Ecovidrio la apertura de una boquilla más amplia para encajar los nuevos contenedores de hostelería, que además permitirán al empresario almacenar sin suciedad los recipientes en los locales y esperar al día siguiente para tirarlos, en lugar de hacerlo de noche.

"Actualmente, el vidrio se acaba depositando en los contenedores ordinarios porque un empresario no puede ponerse de madrugada a tirar una por una durante media hora los cientos de botellas que pueden almacenar un fin de semana", reconoce la concejala de Limpieza, que plantea delimitar "dos o tres zonas piloto en la ciudad, con entre 30 y 50 negocios, para probar si el sistema funciona y luego extenderlo al resto del sector".

La iniciativa es bien recibida por los empresarios. Su portavoz provincial, José Magaz, aplaude el proyecto, que empezó a gestarse en la última reunión del sector con el gobierno local, y con el que confía en que se acaben los problemas de ruido a los vecinos. "¡Por encima de las molestias que nos supone nos llueven las quejas!", se lamenta el empresario en nombre del grupo.

El descenso en el reciclaje de vidrio se viene notando desde hace tres años. Tocó techo en 2006 con 1,6 millones de kilogramos de botellas recogidos durante el primer semestre de ese año, pero la cifra no se ha vuelto a alcanzar y con respecto a este año ha bajado un 5 por ciento. En el caso del vidrio el Concello cree tener el problema detectado, pero no hay explicación para la caída experimentada por la recogida selectiva de papel. Es el residuo del que a final de año se acumula un mayor volumen, pero después de un primer momento de auge, también ha ido bajando, en concreto, un 13 por ciento desde hace tres años. Hasta junio de 2009, la empresa Coregal retiró de sus contenedores azules 2,6 millones de kilogramos de papel y cartón, frente a los algo más de tres millones de 2006.

No obstante, los dos materiales con trayectorias más dispares son los envases y las pilas, que han sufrido un fuerte descalabro del 65 por ciento desde 2006. Limpieza atribuye estas cifras a la liberación del "stock histórico" que almacenaban en casa las familias y a la proliferación de baterías recargables. En el extremo contrario se sitúan los envases, cuya recogida selectiva ha crecido de forma continuada durante los últimos catorce años, pasando de los 170.970 kilogramos de 1995 a los 2,5 millones retirados de los depósitos amarillos por Ecoembes en 2008.

La recogida de pilas cae un 65% y los envases, únicos que suben

Los dos residuos con trayectos más dispares son los envases y las pilas, que han sufrido un fuerte descalabro de hasta un 65 por ciento en los últimos tres años. El gobierno local atribuye las cifras a la liberación del "stock histórico" que almacenaban en casa las familias y que se fue retirando a partir de 2005, año en que se instalaron los contenedores específicos para baterías. De los 23.670 kilogramos de pilas del primer semestre de 2006, se ha pasado este año a 8.150.

El extremo contrario lo representan los envases, cuya recogida selectiva ha crecido de forma continuada durante los últimos catorce años, pasando de los 170.970 kilogramos de 1995 a los 2,5 millones retirados de los depósitos amarillos por Ecoembes el pasado año, con una subida de un 37 por ciento respecto a 2006. Durante el primer semestre de este 2009 la tendencia es alcista, con 1,3 millones de producto retirados.