Las 343 viviendas sociales de Navia sorteadas el pasado mes de julio todavía no tienen dueños. El Instituto Galego de Vivenda, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras está revisando las adjudicaciones y ya ha detectado que "muchas personas no cumplen los requisitos establecidos", según manifestó ayer el director xeral de Vivenda, Antonio Boné, tras una visita a los pisos de promoción pública del polígono residencial.

El responsable autonómico achaca estas irregularidades al registro de demandantes heredado del bipartito. "Con la modificación del registro ya no surgirán estos problemas", aseguró, puesto que ningún ciudadano podrá figurar en la relación de solicitantes de pisos de protección sin reunir las condiciones necesarias para optar a un apartamento de estas características. Sin embargo, por el momento, –según sostienen fuentes de la consellería–, sólo se solicita el carné de identidad para acceder a una vivienda protegida. "En el caso de Navia se sortearon los inmuebles entre todos los aspirantes –unos 6.000– sin conocer previamente si cumplían los requerimientos. Es después del concurso cuando los adjudicatarios envían la documentación", añaden.

El Instituto Galego de Vivenda, que todavía está examinando los documentos, descarta realizar un nuevo sorteo. Las viviendas que queden desiertas, ya sea porque sus beneficiarios provisionales no cumplen los requisitos o porque renuncian al piso, se reasignarán a las personas de la abultada lista de espera. Desde Vivenda aseguran que el porcentaje de aspirantes que no reúnen las condiciones y los que desisten de la adjudicación "es bastante alto". La nueva lista de los 343 beneficiarios se publicará en noviembre. Pese al "largo proceso" que supone revisar toda la documentación, Antonio Boné anunció que las viviendas se entregarán a principios del próximo año, "inmediatamente después de que terminen las obras", fijadas para enero.

Desde la última visita oficial de los anteriores responsables de Vivenda, el interior del edificio no presenta grandes cambios. Algunos de los apartamentos continúan sin mobiliario de cocina. De los 343 pisos, un total de 171 disponen de tres dormitorios y de una superficie útil de entre 79 y 88 metros cuadrados. Con dos habitaciones hay un total de 91 viviendas (de 62 a 65 metros) y con cuatro, 81.

Las personas que resultaron elegidas en el sorteo celebrado el pasado 17 de julio tendrán que esperar hasta noviembre para conocer si realmente son los verdaderos beneficiarios del concurso. Algunos de los que quedaron como "reservas" y reúnen las condiciones estipuladas tienen una nueva oportunidad para acceder a una de las 343 viviendas sociales. En el lado opuesto se encuentran ciudadanos que salieron bien parados del concurso y que ahora verán frustrado su deseado sueño de optar a un derecho tan fundamental como el de una vivienda digna.

Sin el suelo necesario

En cuanto a la ejecución de las fases restantes (3b, 4, 5 y 6) del parque residencial, el director xeral afirmó que el departamento que dirige mantendrá "en breve" una reunión con el Concello para modificar el plan parcial del polígono con los objetivos de incrementar el número de viviendas proyectadas y construir las fases una a una. "Realizar todas a la vez sería paralizar el proyecto", señaló Antonio Boné. El comienzo de las obras está sin fecha, puesto que Vivenda todavía no ha adquirido la totalidad de los terrenos necesarios para levantar los edificios.