El botellón ha emigrado otra vez en masa hacia Montero Ríos y As Avenidas, y la tendencia parece consolidarse. "No cabía ni un alfiler", resumía ayer un hostelero de la zona. Las concentraciones se vetaron en O Berbés por segunda semana sin incidentes, según explicó el concejal de Seguridad, Xulio Calviño, y los jóvenes optaron por moverse hacia la franja del Náutico. Los dueños de locales con terraza denuncian que el área se está convirtiendo en un botellódromo tras prohibirse en el Casco Vello y Joaquín Loriga, y ser mínimas en la Praza da Estrela.

La Policía Local desplegó 20 agentes en O Berbés, y patrulló también por As Avenidas y A Estrela. En este último lugar contabilizaron, en torno a las dos de la mañana, "treinta personas", según fuentes de la Jefatura. En Montero Ríos y As Avenidas coinciden con los empresarios en su percepción. "Estaba lleno", indican. Calviño apunta que se congregaron 2.000 personas.

El botellón de A Estrela se ha asociado con un ambiente de "malotes", grupos de chavales que se enzarzan en peleas a menudo. Sin embargo, la masificación en Montero Ríos también ha empezado a originar, además de ruidos, altercados. Los hosteleros sufren las consecuencias. "Las mesas que ponemos cerca de las gradas están vacías, porque están molestando a los clientes", señala uno de los empresarios.

Otras molestias que denuncian son la utilización masiva de los aseos a pesar de no consumir en los locales. "Entran de cinco en cinco, y no puedes decirles nada porque se rebotan", apuntan. El colectivo ha presentado quejas ante el Concello. Calviño señala que la prohibición del botellón en Montero Ríos ya está en estudio.

Menor despliegue

En el Casco Vello de momento sólo se ha aplicado en O Berbés, a pesar de que también se han declarado protegidas tres plazas y seis calles más. El dispositivo se redujo este fin de semana a 20 agentes, ya que no ha participado la Policía Nacional. Calviño asegura que la próxima semana se ampliará el veto a todo el área. Fuentes policiales explican que, aunque "la gente responde bien" a la prohibición, actuar en las calles Teófilo Llorente y Real, donde están los locales de copas, es más delicado. La semana pasada los agentes detuvieron a un joven en la primera de ellas tras encararse con un policía y propinarle un golpe.

Por otra parte, agentes de paisano han iniciado una campaña de control de venta de alcohol a menores en los hipermercados de los centros comerciales, supermercados, locales "24 horas" y bares. Dos patrullas practicaron inspecciones en los dos últimos fines de semana, y realizaron numerosas identificaciones. Calviño afirma que los dos primeros días de dispositivo no se detectaron conductas irregulares.